SAN ANTONIO – Este lunes, surgieron nuevos detalles en cuanto al caso de dos niños que fueron encontrados encadenados en el patio trasero de una vivienda del noreste de San Antonio.
Porucha Phillips, quien estaba a cargo de los pequeños, llegó a un acuerdo con la Fiscalía en el que aceptó su culpabilidad por los dos cargos que enfrentaba por causarle serias heridas a un menor.
Phillips recibió una sentencia de 50 años en prisión y tendrá que haber cumplido al menos 25 de ellos tras las rejas antes de ser elegible para la libertad condicional.
La mujer de 34 años es la madre de otros seis niños que fueron encontrados en la misma casa donde se ubicaron los dos pequeños encadenados, pero a diferencia, sus hijos estaban dentro de la casa.
Los ocho pequeños, de edades de menos de un año a 11 años, han estado bajo custodia de los Servicios de Protección Infantil desde ser encontrados sin supervisión adulta la noche del 28 de abril, 2016, en la propiedad ubicada en 8100 Chipping.
Según la policía, fue la llamada de una vecina la que alertó a las autoridades sobre el caso tras escuchar a uno de los niños encadenados llorando por un largo periodo de tiempo.
Las autoridades dijeron en su momento que los doctores que atendieron a los niños encontraron cientos de viejas y nuevas cicatrices en sus cuerpos, marcas que fueron creadas por un objeto flexible que cavó la piel de los niños en los brazos, las piernas, la espalda y la cabeza.
Local
Los doctores aseguraron a los investigadores que el maltrato causó un trauma severo a los pequeños y duró entre al menos un mes a varios años.
La madre de los niños encadenados, Cheryl Reed, se encontraba en California cuando ocurrió el incidente.
Sin embargo, ella y Deandre Dorch, esposo de Phillips, también fueron arrestados y enfrentan cargos por lesionar a un menor y abandono. Ellos se encuentran en espera de su juicio.
