En México, un hombre se hizo pasar por empresario de una fábrica internacional de cosméticos, ofreciendo a varios famosos mucho dinero para grabar comerciales en el exterior.
El individuo logró engañar a Verónica Castro y Rebecca Jones, a quienes dejó varadas en París.
También se contactó con los argentinos Julián Gil y Christian Bach y el mexicano Cristian Castro, entre otros.
Según algunas fuentes consultadas, el estafador se hacía llamar Logan Guzmán Pinal, aunque el nombre es inverosímil, pues correspondería a un hijo inexistente de Enrique Guzmán y Silvia Pinal.
Lucía Méndez fue una de las estrellas que no se dejó engañar.
"No me pudo estafar", declaró a la prensa. Se informó que su hijo le advirtió, diciéndole que "ni a Julia Roberts le pagan tanto" por un comercial.