Harvey Weinstein y varias de las mujeres que lo han acusado de violencia sexual convergieron el lunes en un tribunal en Nueva York, donde un juez y sus abogados gestionaron los últimos preparativos para el juicio del exmagnate de Hollywood bajo cargos de abuso y violación.
Weinstein, de 67 años, entró al edificio con ayuda de una andadera tras haberse sometido recientemente una cirugía de la espalda.
Estaba ataviado en un traje oscuro y con el pelo despeinado. Cuando le preguntaron afuera de la corte cómo estaba de la espalda, respondió con una pequeña sonrisa y un gesto de más o menos con la mano.
Adentro, sus abogados y los fiscales pasaron la mañana discutiendo asuntos procesales, incluyendo cómo evitar que la publicidad en torno al juicio ejerza influencia sobre el jurado.
El juez rechazó una moción para mantener a los miembros del jurado recluidos durante el juicio.
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Al otro lado de la calle, actrices y otras mujeres que dicen haber sido acosadas o abusadas por Weinstein lo desestimaron como un villano indigno de la piedad de nadie.
“Se le veía cobarde. No nos miró. No quiso hacer contacto visual”, dijo Sarah Ann Masse, una actriz y escritora que dijo que Weinstein una vez la acosó sexualmente en ropa interior durante una entrevista de trabajo.
“Este juicio es un ajuste de cuentas cultural independientemente de su resultado legal”, agregó.
La audiencia en la corte fue breve y Weinstein se retiró en una camioneta deportiva alrededor de las 10:45 a.m.
La selección del jurado comenzará el martes, más de dos años después de que las primeras acusaciones se hicieran públicas y catalizaran el movimiento #MeToo.
La principal abogada de Weinstein, Donna Rotunno, dijo que esperaba un juicio justo.
“En este gran país, uno es inocente hasta que se demuestre lo contrario”, dijo a periodistas afuera de la corte.
Weinstein está acusado de violar a una mujer en un cuarto de hotel en Manhattan en el 2013 y de realizarle un acto sexual a otra por la fuerza en el 2006.
Se ha declarado inocente y ha dicho que todos sus encuentros sexuales han sido consensuales.
De ser hallado culpable de los cargos más serios en su contra -dos cargos de abuso sexual predatorio- podría ser sentenciado a cadena perpetua obligatoria.