Londres, 30 dic.- Svante Thunberg, padre de la activista sueca Greta Thunberg, ha admitido que la familia hizo cambios en su modo de vida para "salvar" a su hija porque no quería comer ni ir a la escuela, y no por la crisis climática.
La adolescente sueca de 16 años es actualmente símbolo de la lucha global contra la crisis climática y ha llevado su campaña por varios países del mundo y se niega incluso a viajar en avión.
Svante Thunberg dijo a la BBC, en unas declaraciones grabadas pero divulgadas este lunes, que su hija es más feliz desde que se hizo activista, pero que no apoya el que decidiese no acudir a clase para manifestar su descontento ante el calentamiento global.
El padre reconoció que su hija ha tenido problemas de depresión durante "tres o cuatro años" antes de empezar su huelga escolar.
"Dejó de hablar, dejó de ir a la escuela", admitió Svante Thunberg a Radio 4 de la BBC, y agregó que la situación de su hija fue la peor "pesadilla para un padre" cuando no quería comer.
Para ayudarla, añadió, el padre empezó a pasar más tiempo con Greta y con su hermana menor, Beata, en su casa de Suecia, mientras que su madre, la cantante de ópera Malena Ernman, canceló contratos que tenía para estar junto a la familia.
Fue entonces cuando Greta empezó a manifestarse cada vez más apasionada sobre la necesidad de afrontar la crisis climática, explicó el padre, quien admitió que la familia empezó entonces a cambiar y a tomarse más en serio el problema medioambiental, como la decisión de la madre de no volar en avión.
"Yo hice todas estas cosas, sabía que eran las cosas que había que hacer, pero no lo hice para salvar el clima, lo hice para salvar a mi hija. Tengo dos hijas y, para ser honesto, ellas son todo lo que me importa. Solo quiero que sean felices", admitió.
Agregó que Greta es feliz actualmente y que hace lo que cualquier otra adolescente, "baila, se ríe mucho, se divierte".