Fervor religioso enloquece a multitud de fieles

Decenas de heridos dejó la procesión que atrae a millones en las calles de Manila, Filipinas.

Al menos 80 personas fueron atendidas el miércoles debido a lesiones leves y mareos durante la procesión del Nazareno Negro por las calles de Manila ante las multitudes que tratan de tocar la imagen para pedir obras milagrosas.

Según la Policía, más de 100,000 personas se aglomeraron en torno a la efigie a su paso por el puente Jones de Manila hacia el mediodía, unas siete horas después de que partiese de la plaza de Luneta, también conocida como José Rizal, informó el diario Inquirer.

Los organizadores calculan que más de 5 millones de personas participaan en distintas etapas de la procesión, que en otros años se ha alargado más de 20 horas.

La procesión recorre más de 4 millas desde Luneta hasta la iglesia de Quiapo, el lugar donde este Cristo venerado como el "patrón de los humildes" recibe culto durante todo el año.

Muchos de los devotos van descalzos y tratan de tocar la escultura con la mano o con toallas para recibir su bendición e incluso tiran camisetas para que sus portadores la froten en la imagen.

Otros se conforman con tocar las cuerdas con que arrastran las "andas" (los filipinos conservan esta antigua palabra española que significa "tablero para conducir efigies", según la RAE).

Tallada en México, la imagen del Nazareno Negro llegó a Manila el 31 de mayo de 1606 en un galeón procedente de Acapulco que, según la leyenda, se incendió cerca del archipiélago.

El calor de las llamas otorgó al Cristo su característico color oscuro, según la creencia popular en el país, aunque otra versión atribuye este distintivo a que el autor, un artesano mexicano, usó una madera oscura para dar a la obra su misma tonalidad de piel.

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