Argentina: reñida votación permite 2da vuelta

La continuidad del partido de la presidenta Cristina Fernández tras 12 años en el poder quedó en serio riesgo luego de que su candidato Daniel Scioli lograra una ajustada victoria el domingo frente al conservador Mauricio Macri, a quien deberá enfrentar en el primer balotaje en la historia de Argentina.

Scioli, del oficialista Frente para la Victoria, se imponía con 36,74%, escrutado el 96,14% de las 94.957 mesas de votación en todo el país. Macri, del frente opositor Cambiemos, obtenía 34,44%.Cuando se habían escrutado más del 60% Macri incluso llegó a tener la ventaja.

Como Scioli no logró el 40% y una ventaja de 10 puntos sobre Macri para evitar el balotaje como marca la ley, ambos contendientes se medirán el 22 de noviembre en esa instancia inédita en la historia política del país sudamericano. Todas las encuestas difundidas durante la campaña habían vaticinado un triunfo más amplio de Scioli, algunas incluso en primera vuelta.

"Tengo muchas ganas de agradecer porque lo que ha sucedido hoy cambió la política del país", dijo Macri a una multitud de exultantes seguidores cuando todavía no había resultados oficiales, los cuales se dieron a conocer casi seis horas después de finalizados los comicios.

Un dato clave para explicar la buena elección de Macri fue el aparente triunfo de su candidata María Eugenia Vidal para la gobernación de la provincia de Buenos Aires, el distrito electoral más importante del país,  frente el peronista y jefe del gabinete nacional Aníbal Fernández, escrutadas el 92% de las mesas. De confirmarse esta tendencia, el peronismo perdería el control de esa provincia que gobierna desde 1987.

En tanto, el peronista disidente Sergio Massa, del frente Unidos por una Nueva Argentina, obtenía 21,33%. Massa evitó decir si apoyará a Scioli o a Macri en el balotaje.

Este resultado muestra que la mayoría de los argentinos se inclinaría por un cambio después de 12 años de kirchnerismo, el movimiento dentro del peronismo creado por Cristina Fernández y su antecesor y fallecido marido Néstor Kirchner (2003-2007) que instauró un modelo populista con fuerte intervención del Estado en la economía y amplia cobertura social para los sectores populares.

Macri, el alcalde saliente de Buenos Aires, se describe a sí mismo como el que pondrá la economía en orden al prometer que buscará un acuerdo con los acreedores estadounidenses de títulos impagos de deuda y que levantará las restricciones a la compra de dólares y corregirá el tipo de cambio. También se presenta como el candidato que logrará la unidad de los argentinos en una sociedad dividida por el estilo de la mandataria saliente.

Scioli, un ex piloto de motonáutica que perdió el brazo derecho en una competencia en 1989, ha dicho que continuará las políticas de Fernández, pero al mismo tiempo se mostró dispuesto a corregir lo que no está funcionando.

"Convoco a los indecisos y a los independientes para esta agenda del gran futuro del desarrollo argentino", afirmó Scioli. Según el peronista en las elecciones están en juego "dos visiones muy diferentes, del presente y del futuro de Argentina" y su espacio representa a los que tienen como prioridad a los humildes.

Macri realizaba una buena elección en otros distritos importantes como Córdoba, donde se imponía con más del 50% contra alredededor de 18% de Scioli. En Santa Fe, el líder opositor sacaba poco más del 35% contra 31% del oficialista.

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