Exdirector del FBI: la trama rusa inició con investigaciones a cuatro individuos

Habló también sobre su relación con el fiscal especial Robert Mueller.

WASHINGTON — La investigación del FBI sobre los  posibles vínculos entre la campaña del presidente Donald Trump y Rusia, inicialmente se centró en cuatro estadounidenses y en si tenían relación con los esfuerzos rusos para interferir en las elecciones presidenciales de 2016, dijo el exdirector del FBI, James Comey, a los legisladores durante declaraciones en privado. 

Comey no identificó a los estadounidenses, pero dijo que el presidente Donald Trump, entonces el candidato republicano, no estaba entre ellos.

También le dijo al Comité Judicial de la Cámara que, contrariamente a las afirmaciones de Trump, "no era amigo en ningún sentido social" con el fiscal especial Robert Mueller, quien ahora dirige la investigación de Rusia.

Trump ha representado repetidamente a los hombres como excepcionalmente cercanos, como parte de un esfuerzo de socavar la investigación y pintarlos como unidas contra él.

"Admiro mucho al hombre, pero no sé su número de teléfono, nunca he estado en su casa, no sé los nombres de sus hijos", dijo Comey, quien agregó que "nunca se abrazó o besó al hombre" a pesar de la insistencia del presidente de lo contrario.

"Un alivio para mi esposa", dijo inexpresivo.

El comité publicó una transcripción de la entrevista el sábado, solo 24 horas después de interrogar en privado al jefe despedido del FBI sobre la investigación relacionadas con el servidor de correo electrónico de Hillary Clinton y la campaña de Trump y los vínculos potenciales con Rusia.

Comey esquivó en gran parte las preguntas relacionadas con la actual investigación liderada por Mueller, incluyendo si su despido de Trump en mayo de 2017 constituyó una obstrucción de la justicia.

El comité liderado por los republicanos entrevistó a Comey como parte de su investigación sobre las acciones del FBI en 2016, un año en que la oficina, en el fragor de la campaña presidencial, recomendó los cargos contra Clinton y abrió una investigación sobre la interferencia rusa en la elección.

El interrogatorio se centró en gran medida en un territorio bien cubierto a partir de un informe del inspector general del Departamento de Justicia, el propio libro de Comey, entrevistas y horas de testimonio público en el Capitolio.

Pero el exjefe del FBI también aprovechó la ocasión para apuntar a las frecuentes críticas de Trump al sistema de justicia penal, diciendo que "nos hemos vuelto insensibles a las mentiras y los ataques al orden de la ley por parte del presidente", así como a la tesis de Trump de que debería ser un crimen para que los sujetos "se volteen" y cooperen con los investigadores.

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