Una estación de gasolina en San Juan, capital de Puerto Rico, sufrió un particular robo que tiene a la industria en alerta.
Una cámara de seguridad grabó cómo una camioneta se estacionó en una de las bombas, y desde la puerta del conductor, alguien rompió los candados, para luego remover la tapa y alterar el mecanismo.
De esta forma, la bomba serviría gasolina sin límite.
El cajero, aparentemente, no se percató de que, en lugar de tres dólares, el dúo se estaba llevando más gasolina.
Lo que parecía ser un receptáculo de gasolina en el vehículo, resultó ser mucho más. Los ladrones colocaron una cisterna de 250 galones en el interior, y comenzaron a llenarla de combustible, utilizando un conducto falso.
La toma de gasolina fue reubicada un poco más arriba, dando acceso al tanque.
Los ladrones fueron atrapados. Habían acumulado unos 119 galones, totalizando $396.05.
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Los integrantes de la industria de la gasolina conocen de este método de hurto, pero según su presidente, casi nunca se logran arrestos.
