Perry se declara inocente de coerción

AUSTIN, Texas - El gobernador republicano de Texas, Rick Perry, formalmente se declaró inocente de los cargos de abuso de poder para tratar de destituir a una fiscal demócrata detenida por conducir en estado de ebriedad, de acuerdo con documentos judiciales obtenidos el miércoles.

El posible candidato presidencial republicano para 2016 expuso su alegato en un documento judicial entregado el martes en los juzgados del condado Travis. También libró un arraigo que estaba programado para el viernes.

La exención no fue una sorpresa dado que Perry señaló que no tenía intención de dejar que las acusaciones en su contra interrumpieran una atareada agenda de acercamiento con los electores republicanos en varias partes. El gobernador planea dar un discurso sobre migración el jueves en la conservadora Heritage Foundation, seguido de una escala de dos días en Nueva Hampshire.

Pero lo que sigue para Perry no será tan sencillo: su costo y poderoso equipo de abogados ahora tratará de extinguir el caso en su contra, que incluye dos acusaciones por haber vetado fondos públicos el año pasado para los fiscales de encargados de investigar posibles actos de corrupción en el gobierno.

Perry ya andaba en campaña el martes, cuando llegó a los juzgados del condado Travis, apenas a una calle de la mansión del gobernador, para ser procesado.

Caminó con pasos largos frente al avispero de cámaras y reporteros, y mientras prometía enfrentar los cargos algunos simpatizantes gritaban "¡Perry! ¡Perry!".

El único momento que el gobernador pareció no estar en control fue cuando le pidieron que se quitara los lentes que siempre usa para que le tomaran la foto y quedara fichado.

Al salir de la corte, Perry decidió ir por un helado.

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