En estas fotos queda plasmada la sonrisa de Andy Pardo, un niño que desde los 5 años le tocó luchar a capa y espada contra el temeroso cáncer de huesos. En Abril del 2014, la familia Pardo recibió la peor noticia, ese tierno rostro de Andy poco a poco perdía su luz. El cáncer de huesos es un enemigo silencioso, que ataca sin aviso alguno y hasta el momento la única forma de tratarlo es a través de quimioterapias, radiaciones y pastillas para el dolor. El calvario que lleva esta familia hoy en el funeral de Andy es el mismo que viven 3,200 Estadounidenses cada año, quienes son atacados por este padecimiento. La lucha de Andy jamás será olvidada por esta familia e incluso por el equipo de baloncesto de las Espuelas de San Antonio quienes le cumplieron el ultimo deseo de este pequeño.
