Surgen dudas sobre sargento canjeado

WASHINGTON – La reciente liberación del soldado estadounidense que fue capturado por el Talibán hace cinco años, ha suscitado una mar de críticas y ahora muchos ponen en duda la credibilidad de las circunstancias que llevaron a su captura.

Una investigación del Pentágono concluyó en 2010 que el sargento del ejército estadounidense, Bowe Bergdahl, se alejó de su unidad, y después de intensos esfuerzos iniciales de búsqueda, los militares decidieron no hacer más por rescatarlo, según un ex alto funcionario de defensa que estuvo involucrado en el asunto.

Compañeros de Bergdahl han expresado públicamente la idea de que él no debería ser llamado un héroe, catalogándolo como un traidor que abandonó su pelotón durante momentos de guerra y que provocó la muerte de seis soldados que emprendieron su búsqueda.

A pesar de esto, el gobierno estadounidense llevó a cabo las negociaciones para traerlo de vuelta durante los cinco años de su cautiverio, una campaña que condujo a su liberación el fin de semana pasado.

Y aunque persisten las dudas sobre las circunstancias en las que Bergdahl fue capturado en 2009, el secretario de Defensa Chuck Hagel se negó a responder sobre informes previos de que el sargento se alejó de su unidad por voluntad propia, aparentemente desilusionado con la guerra y con la presunta intención de unirse al Talibán.

Tales asuntos "se tratarán más adelante", dijo Hagel. El ex alto funcionario del Pentágono dijo que era "irrefutable" que el sargento se alejó de su unidad.

Cinco talibanes detenidos fueron puestos en libertad a cambio de Bergdahl. Estos partieron el sábado de la base de Guantánamo, en Cuba, a bordo de un avión militar de Estados Unidos hacia Catar, que sirvió como intermediario en las negociaciones. Tienen prohibido salir de Catar por lo menos durante un año.

Bergdahl fue puesto en libertad el sábado en el este de Afganistán. Se cree que estuvo secuestrado por la red Haqqani. Éste ahora permanece hospitalizado en una instalación militar de Estados Unidos en Alemania, mientras en su país se multiplican las preguntas sobre el canje que permitió su libertad a cambio de la excarcelación de cinco presuntos terroristas.

Desde el fin de semana comenzaron a organizarse en Estados Unidos las celebraciones por el retorno de Bergdahl, pero no estarán libres de complicaciones.

El hecho de que cinco sospechosos de terrorismo salieran en libertad suscitó un debate en Washington sobre si el intercambio aumentará el riesgo de que otros estadounidenses sean secuestrados para ser utilizados como moneda de negociación y si los detenidos liberados -entre ellos varios talibanes de alto rango- podría hallar la forma de regresar al uso de la violencia.

Varios republicanos dijeron que el acuerdo para la liberación de Bergdahl podría sentar un precedente preocupante.

El senador por Arizona John McCain dijo de los detenidos canjeados por él: "Estos son los más extremistas entre los extremistas".

En Afganistán, el Ministerio de Relaciones Exteriores lamentó el lunes el canje de cinco talibanes por Bergdahl. En un comunicado emitido el lunes, el ministerio dijo que el intercambio de cautivos fue "en contra de las normas del derecho internacional" en caso de que se hubiese realizado contra la voluntad de los cinco talibanes detenidos.

"Ningún estado puede transferir a un ciudadano de otro país a un tercer país y poner restricciones a su libertad", agregó.

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