Cuba: disidentes rechazan acercamiento

Un sector representativo de la disidencia cubana rechazó hoy ante el Congreso estadounidense el acuerdo de acercamiento entre Cuba y EEUU algo que, según dijeron, no aceptarán mientras no se les incluya en los diálogos que han comenzado los dos países para avanzar en el deshielo.

Así lo explicó el líder disidente cubano Jorge Luis García Pérez, conocido como "Antúnez", quien compareció hoy ante el Subcomité de Derechos Humanos de la Cámara baja estadounidense junto a la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, y la también activista y miembro de esa organización Sara Fonseca.

"No nos consideramos extremistas, no estamos en contra de las políticas de acercamiento y de diálogo, pero lo que no podemos permitir es que se continúe confundiendo a Cuba con el régimen que la oprime. No vamos a aceptar que la oposición de Cuba sea ignorada", sentenció el activista.

Los tres son representantes de un sector de la disidencia cubana que no ve con buenos ojos el giro político de la Administración del presidente Barack Obama hacia Cuba, aunque sí existe dentro de la resistencia al régimen castrista un grupo que se ha posicionado a favor del aperturismo.

Antúnez insistió ante los legisladores en que Washington no puede decidir ni interferir de manera unilateral en las condiciones para lograr la libertad de los ciudadanos de la isla y reiteró que "sólo" piden que se les reconozca y no se les ignore.

"Estos acuerdos son considerados por un segmento vital de la resistencia cubana como una traición a la aspiración de libertad del pueblo cubano. Son inaceptables para nosotros. Los principios y el derecho a la libertad de un país no son propiedad de ningún Gobierno, por poderoso o influyente que sea", reiteró el activista.

Antúnez subrayó ante los legisladores que el esfuerzo internacional anunciado por los dos países para "dotar de algún tipo de evolución" al régimen del presidente Raúl Castro, sólo contribuye a respaldar un "fraude".

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"Esta idea es simplemente una farsa promovida por el régimen de Castro con el fin de perpetuarse en el poder. La dictadura de Castro no puede ser reformada, está basada en el rechazo a los valores democráticos y a todo lo que éstos representan", agregó.

No obstante, Antúnez explicó que "la caída en los precios del petróleo, la inestabilidad del régimen de (Nicolás) Maduro en Venezuela, que ha sido el principal patrocinador de la dictadura de Castro, así como la resistencia cívica que está creciendo en toda Cuba y las importantes iniciativas encaminadas a coordinar esta resistencia", pueden ayudar a lograr ese giro.

En este sentido, el reconocido activista pidió a los congresistas que apoyen la búsqueda y la defensa de los derechos de la sociedad cubana, a la vez que advirtió de que "este es el momento para pedir cambios reales" a La Habana.

"Esto significa la legalización de partidos políticos independientes y sindicatos, elecciones libres bajo supervisión internacional, y que los hermanos Castro se apartaran del poder político, ya que han pasado décadas asfixiando al pueblo cubano. Solo esto puede llevar a la normalización de las relaciones entre EEUU y Cuba", concluyó.

En su turno de palabra, Soler reivindicó la prioridad de la restitución de los derechos de los ciudadanos en la isla al aperturismo económico, y adujo que el Gobierno de Raúl Castro sólo pretende emular el sistema chino.

El Gobierno cubano "busca el mismo modelo que China, busca oxígeno -aseveró-. Lo que quiere es un sistema económico capitalista y un sistema político comunista. Llevamos más de 50 años y no podemos tolerar esto. Primero, derechos humanos. Y después, economía".

Asimismo, Sara Fonseca, miembro también de las Damas de Blanco y refugiada política en EEUU, aseguró que terminar el embargo estadounidense hacia la isla solo "beneficiará al régimen de Castro".

"La familia Castro posee y controla en última instancia la vida económica del país. La familia Castro monopoliza la vida económica y política cubana", añadió Fonseca, que también relató ante los legisladores episodios de violencia a los que fue sometida tras ser apresada por manifestarse contra el Gobierno cubano.

Con la de hoy ya son tres las audiencias que celebra el Legislativo estadounidense desde que se anunciara el acercamiento entre los dos países el pasado 17 de diciembre, y es que es precisamente el Congreso el que tiene la última palabra sobre el levantamiento del embargo a la isla que ha solicitado el presidente Barack Obama.

La semana pasada un grupo bipartidista de legisladores propuso el primer proyecto de ley para levantar las restricciones a los viajes de los ciudadanos estadounidenses a territorio cubano, uno de los primeros pasos dados desde el Capitolio para seguir la hoja de ruta de Obama.

Mientras tanto, en las próximas semanas se celebrará en Washington la segunda ronda de contactos entre los dos gobiernos con el objetivo de negociar la apertura de embajadas, después de un primer viaje de una representación estadounidense a La Habana a finales de enero.  

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