El hombre que escaló el Niágara congelado

El hombre que escaló el Niágara congelado

WASHINGTON - Enfrentándose a un frío extremo, el escalador canadiense Will Gadd entró en la historia del alpinismo tras escalar por primera vez la pared congelada de las cataratas del Niágara, que sirven de frontera entre Estados Unidos y Canadá.

Gadd, nombrado por la sociedad National Geographic como el aventurero del año, llegó a la cima helada de una de las cataratas más famosas del mundo el pasado 27 de enero, según explica en su web Red Bull, la marca de bebidas patrocinadora de la subida.

El alpinista profesional, de 47 años, tardó cinco horas en trepar los 42.7 metros de la parte congelada del sector Horseshoe Falls, o cascada de la Herradura, situado en el lateral izquierdo de las cataratas, entre el estado de Nueva York (Estados Unidos) y la provincia de Ontario (Canadá).

Su compañera, Sarah Hueniken, también alpinista canadiense, se encargó de asegurarle con una cuerda mientras él escalaba la pared helada con sus ganchos.

Según Red Bull, Gadd escaló los muros congelados tres veces y cada viaje le tomó alrededor de una hora, pues el hielo resultaba "inestable", porque el agua se había solidificado en capas de hielo más sólidas unas y más frágiles otras.

La majestuosa vista blanca que Gadd podía observar mientras escalaba las cataratas fue grabada en video y subida el pasado 29 de enero a YouTube, donde el video ya ha recibido más de 724,000 visitas.

En el video puede verse a Gadd, abrigado con una chaqueta roja, clavando sus ganchos en el muro helado mientras 150,000 toneladas de agua caen a su lado a una velocidad de unos 100 kilómetros por hora.

"Estaba tan cerca del agua que podía extender mi mano y meter las herramientas que utilizaba para escalar en las cataratas del Niágara", explicó Gadd, que tras las subidas acabó empapado y con hipotermia.

"La subida me apaleó. Puede ser que haya llegado a la cima, pero las cataratas del Niágara ganaron la guerra", destacó el alpinista, que, como se observa en el video, tras la hazaña no pudo hacer otra cosa que extender los brazos y gritar de alegría.

Contáctanos