La reparación de una tubería tapada en Ontario (California) provocó que una zanja de poco más de siete pies de profundidad, se desplomara, creando pánico entre los vecinos, que pensaban lo peor.
Cada balde de tierra extraído de la zanja, era una esperanza de vida para Ramón Villalobos, quien pudo morir asfixiado al caer al vacío.
Según un informe, una de las paredes de la zanja le cayó encima, quedando atrapado de tal manera, que prácticamente no podía respirar.
Tan pronto arribaron los rescatistas, colocaron camillas y madera para sostener las paredes. Tras dos horas de intensa labor, Ramón fue rescatado de las entrañas de la tierra. Entre aplausos de alivio, fue transportado en camilla a una ambulancia.
El propietario de la casa indicó que por el alto costo de $10,000 de la reparación, su primo Ramón se ofreció a ayudarlo.
