Un hombre de Florida recuperaba pelotas de golf de un lago alrededor del Country Club Bonaventure en Weston, cuando halló un obstáculo: un caimá lo mordió.
La víctima, de 51 años de edad, identificada como Esteban Martínez, de Pompano Beach, dijo que el animal le mordió la mano y luego seguió tratando de atacarlo.
Martínez logró subirse a un carrito de golf y escapó para informar a las autoridades.
Esta es la segunda vez en cinco años que Martínez, un contratista independiente que recupera las bolas y luego las vende a los clubes de golf, ha sido atacado en el trabajo.
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La herida de Martínez es superficial.
Dijo que pudo haber sido mucha más grave pero que lo protegió el traje que usa para trabajar.
El lagarto no correrá tal suerte. Fue capturado por unos cazadores especializados y será sacrificado, según es la norma en estos casos.
Martínez dijo que también fue atacado en un lugar diferente hace unos cinco años, cuando un caimán de ocho pies le causó una herida de 12 puntos de sutura.
