La líder del movimiento disidente cubano "Damas de Blanco", Berta Soler, anunció hoy en La Habana que se someterá a un "proceso revocatorio" sobre su permanencia al frente del grupo.
"No estoy aferrada a ningún cargo. Todas las Damas de Blanco del país votarán sobre si debo seguir o no al frente del movimiento", señaló Soler en una declaración tras finalizar la marcha que hay habitualmente después de asistir a misa en una iglesia de La Habana, según publica este domingo la página web del grupo opositor.
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La nota señala que Soler "responde así a las críticas por el video en el que aparecen Damas de Blanco expresando a gritos su rechazo a la activista Alejandrina García de la Riva, a la que rodean y llaman traidora".
El proceso revocatorio podría realizarse dentro de dos semanas, el próximo 16 de marzo, precisó Soler, y escuchará la opinión de unas 260 integrantes del colectivo femenino en la isla.
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La activista, una de las fundadoras del grupo disidente femenino, dijo esta semana en declaraciones a Efe que se siente respaldada por sus activistas dentro de Cuba y no renunciará porque se lo pidan miembros del grupo en el exilio.
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"Para mi lo más importante es que las cosas internas de las Damas de Blanco se resuelven en el núcleo dentro de Cuba, y si alguna mujer en el extranjero quiere elecciones, pues las invitamos a que vengan para Cuba, a que se queden en Cuba y sean parte de estas elecciones si las que están aquí lo disponen", dijo entonces Soler.
Berta Soler ocupa la dirección de las "Damas de Blanco" desde 2011, tras el fallecimiento de quien era su líder inicial, Laura Pollán, de la que era considerada su mano derecha.
En una carta divulgada en medios de Miami (EE.UU.), fundadoras de las "Damas de Blanco" residentes allí consideraron que el grupo necesita una nueva dirección, solicitaron la renuncia de Soler y además cuestionaron las acusaciones realizadas en diciembre pasado contra García de la Riva.
Soler sostiene que los ataques contra su prestigio en los últimos meses son "algo muy preparado" y una "campaña bien fuerte" del Gobierno cubano para acabar con las "Damas de Blanco", debido a su oposición a las actuales negociaciones para la normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
El movimiento "Damas de Blanco" fue creado por mujeres familiares del grupo de 75 opositores condenados a prisión durante la "Primavera Negra" de 2003, entre los que figuró Ángel Moya, el esposo de Soler.
