El carnaval de Río terminó, pero quedan los recuerdos, especialmente los besos.
Y es que la desenfrenada fiesta carioca es escenario de toda clase de excesos, entre los cuales una competencia de besos luce realmente inofensiva.
El carnaval es una oportunidad de disfrutar de toda clase de placeres antes de que comience la cuaresma, el miércoles de ceniza.
Se celebra la libertad -y en gran medida el libertinaje- con diversas manifestaciones, una de las cuales es la competencia entre amigos para ver quién logra besar a más gente.
Una verdadera besatón.
Es una costumbre local que puede tomar desprevenidos a los numerosos turistas que acuden a Río de Janeiro en estas fechas.
No a cualquiera le gusta que venga una persona extraña a besarla, pero es carnaval, así que mejor estar preparados.
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¿Te dejarías besar por un extraño?
