El veterano diplomático ex presidente de la Asamblea Nacional, Ricardo Alarcón, dijo que los cubanos necesitan que Fidel Castro “siga viviendo con nosotros”, y comparó la muerte del líder revolucionario con la de los próceres independentistas Carlos Manuel de Céspedes (1819-1874) y José Martí (1853-1895).
Alarcón, de 79 años y apartado de la élite gubernamental desde el 2013, apareció hablando de sus memorias y relación personal con Fidel Castro en un reportaje especial de la Televisión Cubana, que lo visitó en su casa.
“Nos hace falta que Fidel siga viviendo con nosotros. Pero para que Fidel siga viviendo con nosotros, eso depende de nosotros”, declaró Alarcón. “Ahora la vida de Fidel Castro está en nuestras manos, en la de los cubanos y las cubanas, y él vivirá por siempre si los cubanos y las cubanas somos capaces de hacerlo vivir entre nosotros”.
Alarcón, que conoció a Fidel Castro en la Universidad de La Habana en 1959, mostró fotos de aquel encuentro y otras de su trayectoria política junto al ex gobernante a lo largo de su carrera diplomática y política.
“Soy históricamente optimista, Fidel me enseñó eso, yo confío en mi pueblo”, manifestó Alarcón.
Agregó que el deber principal que tienen ahora los con relación a Fidel Castro es “ser como él, que no se satisfacía con lo mal hecho, que no se contentaba con hacer nada a medias, que ponía alma, corazón y vida en todo lo que hacía”.
“Ese es el deber que tenemos los cubanos para asegurarnos que este país siga siendo lo que es hoy”.
Historias Destacadas
El ex parlamentario observó que en Cuba se ha producido un muy auténtico sentimiento de duelo que no es formal ni aparatoso, sino realmente íntimo.
“Por supuesto, no hay punto de comparación porque hoy es un día único en la historia de Cuba”, aseguró.
“Los otros puntos de comparación que serían posibles son cuando murió Céspedes y cuando murió Martí, pero los dos murieron combatiendo antes de que Cuba existiera de manera independiente, de manera que habrá habido tristeza y dolor, pero circulaba clandestinamente entre la gente”, argumentó Alarcón.
Para él, “es la primera vez que el pueblo cubano experimenta una cosa como esta”.
“Es como si Céspedes hubiera muerto siendo presidente de Cuba o Martí hubiera muerto en la misma condición”, enfatizó.
La estrella política de Alarcón, quien por 20 años estuvo al frente del Parlamento cubano (1993-2013), comenzó a apagarse desde mediados del 2012, cuando comenzaron a circular versiones extraoficiales sobre actos que corrupción que salpicaban su entorno.
En marzo del 2012, fueron detenidos Miguel Alvarez Sánchez, ex oficial de la inteligencia cubana y mano derecha de Alarcón, y su esposa, la académica Mercedes Arce, también oficial de inteligencia, luego condenados a largas penas de cárcel.
Alarcón fue un hombre de total confianza de Fidel Castro. Fungió como jefe de la Misión Cubana en Naciones Unidas (1966-1978), viceministro primero (1978-1992) y luego ministro de Relaciones Exteriores (1992-1993), antes de encargarse de la jefatura del Parlamento.
