SAN ANTONIO - Una exenfermera, convicta por matar a una bebé, regresó este jueves por la mañana a un tribunal tras ser acusada por causarles la muerte a otros cinco niños.
Genene Jones, quien residía en Kerrville pero trabajaba como enfermera en un hospital de San Antonio, fue convicta por la muerte de una bebé en 1984 y permanece detenida en una cárcel estatal a las afueras de Waco.
Jones fue extraditada a la Cárcel del Condado de Bexar este lunes en espera de la audiencia de esta mañana, durante la cual se declaró "no culpable" por los cinco cargos de asesinato que enfrenta.
La exenfermera entró a la corte en una silla de ruedas, con un tapabocas, y vistiendo el atuendo de color naranja comúnmente utilizado por los prisioneros.
Desde mayo de este 2017, el Fiscal de Distrito del Condado de Bexar presentó las cinco nuevas acusaciones en contra de Jones por las muertes de Paul Villarreal, de 3 meses de nacido, Richard Nelson, de 8 meses, Patrick Zavala, de 4 meses, Rosemary Vega, de 2 años, y Joshua Sawyer, de 11 meses.
Se cree que la mujer inyectaba a los bebés con succinilcolina, un compuesto sintético utilizado como un relajante muscular de acción corta y para la anestesia local que causa paros cardíacos en niños.
A pesar de que sólo fue convicta por la muerte una niña y el intento de asesinato de otro bebé, Jones era la sospechosa en las muertes de más de 60 pequeños.
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Tras cumplir esa codena podría salir libre en el 2018, aunque un gran jurado determinó que después sería detenida en San Antonio bajo una fianza de $1 millón por cada uno de los cinco nuevos cargos que enfrenta.
Mientras tanto, un juez deberá determinar la fecha de inicio del juicio en contra de Jones.
