SUTHERLAND SPRINGS, Texas – La iglesia de Texas donde más de dos docenas de personas fueron asesinadas por un pistolero durante los servicios de este domingo serán demolidas, dijo el Pastor.
El pastor Frank Pomeroy les dijo a los líderes de la Convención Bautista del Sur a principios de esta semana que sería muy doloroso continuar usando First Baptist Church como lugar de culto.
Un portavoz nacional de los bautistas del sur dijo que Pomeroy discutió el plan con los principales ejecutivos de la denominación, quienes viajaron a la comunidad rural en una muestra de apoyo.
El portavoz, Sing Oldham, dijo que el pastor describió el edificio como "demasiado duro como un recordatorio" de la masacre. Pomeroy expresó la esperanza de que él podría convertir el sitio en un monumento a los muertos y poner un nuevo edificio en la propiedad que posee la iglesia.
También se han derribado otros sitios de tiroteos masivos, incluida Sandy Hook Elementary en Newtown, Connecticut, donde un pistolero mató a 20 niños y seis adultos en diciembre de 2012. Se construyó una nueva escuela en otro lugar.
Este miércoles, el vicepresidente Mike Pence se unió al gobernador de Texas, Greg Abbott, en una vigilia por las víctimas del pistolero.
Pence le dijo a la multitud que el ataque fue el peor tiroteo masivo en una iglesia en la historia de Estados Unidos y llamó al pistolero "trastornado".
El gobernador dijo que los tejanos se reúnen en tiempos de crisis y tragedia. "Es lo que hacemos", dijo Abbott. La gente en la multitud respondió "amén".
También proclamó el domingo 12 de noviembre un día de oración estatal.
Pence también visitó a los feligreses heridos en un hospital de San Antonio y se encontró con familias de los muertos en Floresville, cerca de Sutherland Springs. Fue de mesa en mesa en la biblioteca de una escuela preparatoria, tratando de consolar a los miembros de las familias devastados.
"Todo el país está rezando por ti", le dijo a un hombre que perdió a su cuñada.
Se detuvo para hablar con John Holcombe, cuya familia fue diezmada por el tiroteo. Holcombe, que sufrió heridas de metralla, perdió a su esposa, Crystal, que estaba embarazada de su primer hijo. También fueron asesinados tres de sus hijos, sus padres, un hermano y una sobrina pequeña.
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Pence abrazó a Evelyn Holcombe, de 7 años, quien sobrevivió al salir corriendo de la iglesia.
Previamente el miércoles, Pence dijo que el presidente Donald Trump había ordenado a las agencias federales que proporcionaran amplia ayuda para la investigación, incluidos 100 agentes del FBI en el lugar.
También el miércoles, el Departamento de Seguridad Pública de Texas publicó una lista oficial de los asesinados en el ataque. Las ocho víctimas masculinas y las 17 víctimas femeninas tenían edades comprendidas entre 1 y 77.
Ocho de las muertes fueron niños o adolescentes. El mayor de ellos tenía 16 años.
Las autoridades dijeron que los 26 muertos también incluyeron al bebé nonato de Crystal Holcombe. Todas las víctimas murieron en el lugar, a excepción de una niña que murió en el hospital.
Once personas permanecían hospitalizadas por las heridas que sufrieron en el ataque.
