SAN ANTONIO – El Departamento de Justicia de Estados Unidos reveló nueva información sobre el secuestro de una madre y sus dos hijos, quienes fueron recatados tras un operativo de aproximadamente 12 horas.
Una acusación detalló que la policía de San Antonio recibió una llamada este martes de un hombre asegurando que su exesposa y sus hijos estaban siendo retenidos en contra de su voluntad.
El padre declaró que la mujer y los niños habían sido deportados a México días antes y una vez allá, fueron contactados por miembros de los Zetas, quienes les ofrecieron reingresarlos a Estados Unidos ilegalmente a cambio de un pago de $12,000.
La acusación añadió que luego de entrar nuevamente al país, la madre y sus hijos luego fueron trasladados a una casa de seguridad ubicada cerca de South New Braunfels Avenue y Martin Luther King Drive.
Sin embargo, ellos fueron privados de su libertad por varios hombres, quienes pedían al padre otro pago de $12,000 para dejarlos en libertad, de acuerdo al documento.
La policía contactó al Departamento de Seguridad Nacional y con la ayuda de sus oficiales, desarrolló un operativo para rescatar a las víctimas.
Las autoridades destacaron que vieron a la mujer salir con sus dos hijos y dos de los sospechosos. Los cinco fueron detenidos por los oficiales y llevados a la delegación para rendir sus declaraciones.
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Horas después, un tercer sospechoso salió de la casa y fue detenido.
Sin embargo, el cuarto sospechoso se atrincheró en la vivienda, escondiéndose en el ático hasta que las autoridades entraron para capturarlo.
Tras varios interrogatorios con los cuatro hombres encontrados en la casa, las autoridades determinaron que tres eran inmigrantes indocumentados de México quienes estaban asociados con los Zetas y uno era un inmigrante indocumentado en busca de empleo en Estados Unidos. El último, cuya nacionalidad no fue dada a conocer, estaba detenido como un testigo en este caso, agregó la acusación.
Los tres sospechosos arrestados fueron identificados por las autoridades como José Luciano Rocha Ortiz, Juventino Hernández Cruz, y Fermín Cordero Chávez. Ellos supuestamente operaban la casa de seguridad y tenían órdenes de retener a inmigrantes indocumentados hasta que los pagos por su libertad fueran realizados por sus familiares.
