Donald Trump

Firma de tratado EEUU-México genera más preguntas

El presidente estadounidense Donald Trump se mostró jubiloso al llegar a un acuerdo preliminar con México para reemplazar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, pero generó al menos tantos interrogantes como respuestas. ¿Será posible convencer o coaccionar a Canadá _el tercer socio del TLCAN y el segundo socio comercial de Estados Unidos_ a que acepte un nuevo pacto?

¿Es legal _o políticamente factible_ llegar a un acuerdo comercial que reemplace el TLCAN solamente con México? ¿Y qué sucederá con las complejas cadenas de abastecimiento creadas por empresas estadounidenses y de otros países a lo largo de los 24 años que lleva el TLCAN y que abarcan los tres países?

“Todavía restan muchas preguntas por responder”, dijo Peter MacKay, un exministro canadiense de justicia, defensa y asuntos exteriores, ahora socio del bufete legal Baker McKenzie.

Trump se apresuró a declarar que el acuerdo era un triunfo, como lo demostró, dijo, el alza de la bolsa el lunes, impulsada en parte por el aparente acuerdo con México.

“Acabamos de firmar un acuerdo comercial con México y es un acuerdo buenísimo para todos”, declaró el presidente. “Es un acuerdo que muchos decían que no se podía lograr”.

Trump insinuó que él podría excluir a Canadá del nuevo acuerdo. Dijo que quería llamarlo “Acuerdo Comercial Estados Unidos-México” porque, según él, el TLCAN ha ganado fama de ser perjudicial para los trabajadores estadounidenses.

Sin embargo, agregó, dijo que quería darle a Canadá la oportunidad de volver a entrar, “siempre que quieran negociar de manera justa”. Para intensificar la presión sobre Ottawa, amenazó con imponer nuevos aranceles a los autos importados de Canadá.

En declaraciones a la prensa, el principal asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, exhortó a Canadá a “venir a la mesa”.

La negociadora canadiense del TLCAN, la ministra del Exterior Chrystia Freeland, interrumpió un viaje a Europa para volar a Washington el martes.

“Solo firmaremos un nuevo TLCAN que sea bueno para Canadá y bueno para la clase media”, dijo Adam Austen, un vocero de Freeland. Añadió que “se requiere la firma de Canadá“.

MacKay añadió: “Todavía hay mucha incertidumbre, miedo, nerviosismo, la sensación de que lo miramos desde afuera”.

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