Identifican a sospechoso de ataque en Colorado Springs

Se trata de Robert Lewis Dear, un hombre descrito como un “solitario”

COLORADO SPRINGS, Colorado - Un hombre solitario de Carolina del Norte que pasaba el tiempo en una choza de las montañas y evitaba a sus vecinos estaba preso el sábado, acusado de abrir fuego en una clínica de Planned Parenthood en Colorado y matar a tres personas.

El hombre dijo después de su arresto "no más partes de bebés", indicó un funcionario judicial.

El funcionario no proporcionó más detalles sobre el comentario del sospechoso Robert Lewis Dear, de 57 años, y solicitó no ser identificado porque no está autorizado a hablar públicamente sobre la investigación en curso.

Planned Parenthood afirmó este sábado por la noche que los testigos comentaron que el atacante estuvo motivado por su oposición al aborto.

La policía, sin embargo, no ha revelado un motivo del ataque ocurrido el viernes durante el cual, señalaron las autoridades, Dear -de 6 pies y 4 pulgadas de altura- irrumpió en la clínica en Colorado Springs, mató a tres personas -entre ellas un policía- y horas después se entregó a las autoridades.

El incidente coloca a la clínica en el centro del debate en curso respecto a Planned Parenthood, el cual se reavivó en julio cuando activistas opositores al aborto revelaron un video grabado de manera encubierta en el cual según ellos aparece personal de la organización negociando la venta de órganos fetales.

Planned Parenthood ha negado que busque algún pago extra al legalmente permitido por reembolso de costos por donación de órganos a investigadores. No obstante, la Federación Nacional del Aborto informó que desde entonces se han incrementado las amenazas hacia la clínica a nivel nacional.

Los activistas antiaborto, parte de un grupo llamado Centro para el Avance Médico, condenaron la "barbárica matanza indiscriminada en Colorado Springs por parte de un demente violento" y ofrecieron oraciones por los muertos y heridos, así como por sus familias.

La instalación proporciona servicios de salud a mujeres y desde hace mucho tiempo ha sido blanco de protestas en contra del aborto. Un cura católico que ha realizado misas semanales frente a la clínica durante 20 años dijo que Dear no era parte de su grupo de feligreses.

"No lo reconozco en absoluto", aseguró el sacerdote Bill Carmody.

Dear, quien está detenido y cuya primera comparecencia ante la corte se espera para el lunes, fue descrito por vecinos como una persona solitaria. Comentaron que él acumulaba comida en los bosques, evitaba hacer contacto visual y advertía a los vecinos sobre espionaje del gobierno.

Quienes lo conocían dijeron que no parecía tener inclinaciones religiosas ni políticas.

"Si uno hablaba con él, nada era muy cognitivo... no se concentraba en nada", declaró James Russell, quien vive a algunas decenas de metros de la choza de Dear en Black Mountain, en North Carolina.

El sábado, había una cruz hecha de ramas clavada en la pared de la choza amarillo pálido. Dear vivió cierto tiempo en la choza, sin electricidad ni agua corriente, añadió el vecino.

Durante el asedio subsiguiente de cinco horas a la clínicase produjeron varios tiroteos con la policía, mientras pacientes y empleados se refugiaban bajo los muebles o en cuartos cerrados.

Cuando Dear se entregó, había tres muertos -entre ellos un policía- y nueve heridos.

Ante este tiroteo, el presidente Barack Obama expresó: "No es normal. No podemos permitir que se vuelva normal". "Basta ya", agregó Obama en un comunicado.

"Si vamos a ofrecer nuestros pensamientos y oraciones nuevamente, Dios sabe cuántas veces más, con la conciencia limpia, debemos tomar medidas frente a la facilidad de acceso a las armas de guerra en las calles para gente que no tiene por qué poseerlas", dijo el presidente.

Obama agregó que aunque se desconocen los motivos del tirador, está claro que "más estadounidenses y sus familias han sido obligados a sentir miedo".

El Departamento de Policía del campus de Colorado Springs, perteneciente a la Universidad de Colorado, identificó al agente caído como Garrett Swasey, de 44 años. Deja esposa, una hija y un hijo, según la iglesia de la que era feligrés, Hope Chapel.

No se dieron detalles sobre los dos civiles muertos. Cinco agentes y cuatro civiles se recuperaban de sus heridas en el hospital.

"Podría haber sido mucho, pero mucho peor, si no fuera por el heroísmo de nuestros policías que acorralaron a la persona en el edificio", afirmó el jefe de bomberos, Chris Riley.

Los registros de la cárcel indican que Dear deberá comparecer en la corte el lunes.

No hubo otros detalles sobre el sospechoso por el momento, incluso si tenía alguna conexión con Planned Parenthood, una organización de clínicas comunitarias que proporcionan información y asistencia para el control de la natalidad y el aborto, y enfermedades de transmisión sexual.

En un comunicado, la organización sin fines de lucro de servicios para la salud reproductiva dijo que sus empleados resultaron ilesos y que desconocía todas las circunstancias o motivos detrás del ataque, o si ella era el objetivo.

Por varias horas, los disparos de un arma larga fueron el único indicio para la policía de que el atacante continuaba dentro del edificio, según Buckley. Los agentes finalmente establecieron comunicación verbal con el hombre y lo convencieron de que se rindiera, agregó.

Imágenes del periódico The Denver Post mostraron a un hombre alto con camiseta blanca al que se llevaban los policías mientras la nieve caía durante la noche helada.

Superada la amenaza, las autoridades voltearon su atención a inspeccionar los objetos no especificados que el agresor había dejado afuera del edificio y otros con los que ingresó en el lugar, todos en bolsas.

Cuando se escucharon los disparos, las personas que estaban dentro de la clínica corrieron en busca de refugio. Jennifer Motolinia se escondió detrás de una mesa dentro de la clínica y telefoneó a su hermano, Joan, quien dijo haber escuchado disparos en el fondo.

"Me decía que me hiciera cargo de sus bebés porque podría suceder que la mataran", declaró Joan Motolinia en referencia a su hermana, madre de tres niños.

Motolinia se dirigió a toda prisa a la clínica, pero para su frustración una valla de la policía le impidió acercarse al lugar.

"Sin duda había personas que disparaban. Escuché disparos. Había una balacera. Ella estaba tranquila, intentaba esconderse de esas personas", agregó.

El tiroteo del viernes ocurrió a menos de seis millas de la calle donde un hombre abrió fuego y mató a dos personas antes de que lo abatiera la policía en un tiroteo el día de Halloween.

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