Masacre en la iglesia: de 12 a 14 víctimas podrían ser niños

Según los reportes, 8 miembros de una familia se encuentran entre las víctimas.

Alrededor de la mitad de las víctimas que murieron en el tiroteo ocurrido este domingo en en una iglesia de la localidad de Sutherland Springs fueron niños, dijo el lunes un alguacil de Texas.

Alrededor de dos docenas de personas murieron por disparos durante la masacre del domingo en la Primera Iglesia Bautista en Sutherland Springs, una pequeña población, a unos 48 kilómetros de San Antonio. De ellos, de 12 a 14 eran niños, según el alguacil del condado de Wilson, Joe Tackitt.

Además de los muertos, al menos 19 personas resultaron heridas, según tres hospitales de la zona. Las edades de los heridos aún no se conocían.

Ocho miembros de una familia se encuentran entre las víctimas de la peor masacre en Texas, ocurrrida el domingo en el interior de una iglesia en pleno servicio religioso, cuando un hombre irrumpió a balazos.

Según confirma el diario The Washington Post a través de una charla telefónica con Joe Holcombe, bisabuelo de las víctimas familiares, murieron ocho miembros de la familia: su hijo Bryan Holcombe de 60 años y su esposa Carla de 58. Bryan era pastor asociado en la iglesia y en el momento de la balacera, se dirigía al púlpito para iniciar una predicación.

También falleció Crystal Holcombe, casada con un nieto Joe Holcombe, con ocho meses de embarazo, informó uno de sus primos, Nick Uhlig.

Uhlig relató a la AP que también murieron los tres hijos de la mujer, Emily, Megan y Greg, según le reveló al diario Houston Chronicle. Joe Holcombe confirmó al Washington Post que también murieron su nieto, Marc Daniel Holcombe y su hija de un año.

“Ella no tomaba, no fumaba, no hacía nada malo”, dijo Uhlig al diario. “Cuidaba de sus hijos, cuidaba de sus cabras, fabricaba queso casero. Ni siquiera salía a bailar, era una mujer de tradición, una mujer sencilla”.

El suegro, Bryan Holcombe, iba a las cárceles a darles ánimo a los presos, añadió.

“Iba a las cárceles con su ukulele y le cantaba a los presos”, relató.

Las edades de las víctimas oscilaban entre los 5 y los 72 años, informó la policía, sin dar detalles de inmediato. Otras 20 personas resultaron heridas.

Un hombre del vecindario, Earl Good, de 68 años, le dijo al diario San Antonio Express-News que un amigo de él perdió ocho familiares en el ataque. No quedaba claro si se refería a Holcombe.

Otra víctima era Annabelle Pomeroy, de 14 años, hija del pastor de la iglesia, Frank Pomeroy. Tanto él como su esposa estaban de viaje, en diferentes estados, en ese momento.

“El Cielo tiene hoy a un bello ángel junto con muchos más”, lamentó el tío de la chica, Scott Pomeroy, en su página de Facebook. Colocó allí una foto de la joven sonriente, al lado de una piscina.

Todas las víctimas, comentó, “respiraron el aire sucio por última vez y por primera vez respiraron el aire celestial, ya no hay dolor, ya no sufren”.

Otra víctima fue la ahijada de Amanda Mosel, quien tenía 13 años, dijo Mosel al Express-News.

Hank Summers, un vecino que se había mudado a San Antonio, dijo a la AP por mensaje de texto que su tío David Colbath, recibió cinco balazos y tuvo que ser sometido a varias operaciones para salvarle el brazo.

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