Tras ser hallado culpable por el homicidio de un adolescente negro desarmado afuera de una fiesta en Farmers Branch, al sur de Dallas, Texas, el expolicía Roy Oliver fue sentenciado a 15 años de prisión.
Tras día y medio de testimonios, el jurado determinó su sentencia.
La fiscalía llamó a testificar a profesores de la víctima y el padre del jovencito que resaltó que no hay día en que no se llore su ausencia en casa.
Por su parte, la defensa llamó a testificar a vecinos y amigos del sentenciado, quienes lo han descrito como una persona educada y amigable, en un intento de reducir el número de años en la cárcel.
También la esposa de Roy Oliver, resaltó que su esposo era un buen hombre.
Pero lo que sorprendió a muchos, es que la fiscalía llamó a la hermanastra de Oliver, quien dijo que esperaba que Roy recibiera el castigo que se merece.
Jordan Edwards, de 15 años de edad, murió baleado la noche del 29 de abril de 2017. El expolicía de Farmers Branch disparó varias veces contra el auto donde viajaba el adolescente con sus amigos tras salir de una fiesta.
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Durante el juicio, Oliver argumentó que temió por su vida y la de su compañero porque los jóvenes aceleraron el auto contra ellos. Pero se demostró que no fue así, según videos de las cámaras corporales analizadas.
En poco más de 40 años, ningún policía en funciones había sido convicto por homicidio. El último caso se registró en 1973 cuando un uniformado de Dallas mató a Santos Rodríguez de 12 años.
