NUEVA YORK — Los abogados de funcionarios estadounidenses demandados por Joaquín “El Chapo” Guzmán dijeron el jueves que las quejas del exnarcotraficante mexicano sobre supuesto trato “cruel e injusto” en prisión son infundadas, no equivalen a ningún abuso y además, “El Chapo” no es “un preso como cualquier otro,” aseguraron.
En 22 páginas disponibles en el sistema electrónico de las cortes federales estadounidenses, los abogados pidieron al juez William Martínez que desestime la demanda de Guzmán, asegurando que carece de suficientes argumentos como para ser aceptada en una corte.
Los abogados que representan a los demandados —entre ellos el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, y el director de la Oficina de Prisiones, Michael Carvajal— también dijeron que la Corte Suprema y otros tribunales de apelaciones ya han rechazado en el pasado los mismos alegatos de duras condiciones en prisión que ahora hace Guzmán.
"EL CHAPO" CUMPLE SU CONDENA A CADENA PERPETUA EN LA PRISIÓN DE MÁXIMA SEGURIDAD EN FLORENCE, COLORADO
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El mexicano, de 64 años, fue extraditado a Estados Unidos desde México en enero de 2017 y, tras ser sentenciado a cadena perpetua por tráfico de drogas y por liderar una empresa criminal en 2019, fue enviado a la cárcel de máxima seguridad ADMAX, en Florence, Colorado.
Guzmán, uno de los narcotraficantes más poderosos del mundo, dirigió el cártel de Sinaloa, responsable de traficar cocaína y otras drogas a Estados Unidos, durante más de 25 años, de acuerdo con los fiscales estadounidenses.
Su “ejército de sicarios” tenía la orden de secuestrar, torturar y matar a cualquier persona que se interpusiera en su camino, asegura Estados Unidos.
Los abogados de los funcionarios demandados dijeron en su pedido que Guzmán dejó atrás un camino de “muerte y destrucción” y que su fuga de dos prisiones en México hace años demuestra la red de colaboradores que tiene.
“El alcance de los tentáculos de Guzmán fuera de prisión hace que sea excepcionalmente peligroso y difícil manejarle,” aseguraron los abogados, que insistieron en que estrictas medidas de confinamiento son necesarias para la reclusión de Guzmán y que éstas no infringen la ley.
El año pasado el mexicano interpuso la demanda contra Garland, Carvajal y otros, alegando que está sufriendo psicológicamente debido a cómo es tratado en ADMAX, aislado de cualquier ser humano y de cualquier oportunidad de realizar alguna actividad en la cárcel.
“He sufrido mucho en confinamiento solitario. Mi tensión sanguínea se ha disparado, lo que me provoca dolores de cabeza y ansiedad. A veces me olvido de cosas,” escribió Guzmán en su demanda.
El mexicano también dijo que funcionarios de la cárcel cada día entran a su celda para examinarla de arriba abajo, que quiere aprender inglés pero que no le dejan y que no tiene acceso a la biblioteca ni a ningún trabajo.
En siete páginas en las que habla en primera persona, “El Chapo” también se queja de que tardan mucho en darle productos de limpieza para poder limpiar su celda y de que no recibe suficiente comida.
“Me sirven porciones muy pequeñas y a menudo me quedo con hambre,” escribió.
Guzmán también alega que sólo puede comunicarse con su madre, una de sus hermanas y sus hijas mellizas de 10 años, en dos llamadas al mes de 15 minutos cada una.
Escribió además que las cartas que les escribe a sus hijas y hermana tardan meses en llegarles. Los abogados de los demandados dijeron respecto a ese punto que las cartas son leídas y analizadas por funcionarios antes de ser enviadas así que es usual que el proceso se demore meses.
“El Chapo” también escribió que sólo le dejan reunirse con sus abogados esposado de manos y pies, lo que dificulta que pueda leer documentos cómodamente, y que se ignoran sus pedidos de atención médica.
“No hay tijeras para cortar uñas en la tienda (de la cárcel), lo que fuerza a los presos a compartir las mismas. Tras desarrollar hongos en una uña de mi pie derecho pedí a ADMAX que desinfecten las tijeras entre uso y uso, pero mis pedidos han sido probablemente ignorados porque ahora tengo hongos en el pulgar de mi mano,” escribió.
La abogada de Guzmán, Mariel Colón, no respondió de forma inmediata a un pedido de la Associated Press para comentar sobre la solicitud de desestimar el caso.