Donald Trump

Miles se manifestaron contra el racismo en la capital

Un año después de un letal mitin de extremistas de derecha en Virginia.

What to Know

  • Se esperan unos 200 a 300 supremacistas blancos que marcharán cerca de la Casa Blanca
  • Grupos anti racismo protestarán la presencia de los supremacistas
  • La policía quiere impedir que estalle la violencia, como lo hizo el año pasado en Charlottesville

CHARLOTTESVILLE, VIRGINIA — Un año después de un letal mitin de extremistas de derecha en Charlottesville, Virginia, unas pocas docenas de supremacistas blancos marcharon el domingo frente a la Casa Blanca, mientras que miles de personas más se manifestaron contra el racismo.

Por su parte, la madre de una mujer que falleció durante la protesta del año pasado dijo que el país continúa enfrentando heridas raciales que no han sanado.

Los eventos del domingo, en su mayoría pacíficos aunque en momentos tensos en Charlottesville y Washington, formaron parte de un día de discursos, vigilias y manifestaciones para conmemorar el aniversario de la que fue una de las concentraciones más grandes de nacionalistas blancos y de otros extremistas de derecha en una década.

En Washington, docenas de policías vestidos con chalecos amarillos formaron un fuerte cordón de seguridad alrededor del pequeño grupo de nacionalistas blancos, separándolos de las personas que gritaban contra el racismo en las cercanías de la Casa Blanca.

El presidente Donald Trump no se encontraba en la residencia presidencial. Ha estado en su club de golf en Nueva Jersey durante más de una semana como parte de sus vacaciones.

Jason Kessler, el principal organizador del evento “Unir a la derecha” del año pasado, encabezó lo que él calificó como un mitin por los derechos civiles de los blancos en la Plaza Lafayette, directamente frente a la Casa Blanca.

En su solicitud de permiso para realizar el mitin, Kessler dijo que esperaba que participaran de 100 a 400 personas, aunque el número parecía ser menor. Justo antes de las 4 de la tarde un contingente conformado por menos de 30 nacionalistas blancos comenzó a marchar en las calles de la capital.

Las personas que se manifestaron contra el racismo, quienes se reunieron previo al mitin de los blancos, superaron por mucho al grupo de Kessler. Para la tarde del domingo, más de 1.000 personas se habían reunido en la Freedom Plaza, también cercana a la Casa Blanca, para oponerse a la protesta de Kessler y también marcharon hacia la Plaza Lafayette.

Makia Green, quien representa la rama del movimiento Black Lives Matter (Las vidas de los negros importan) en Washington, comentó a la multitud: “Sabemos por experiencia que ignorar al nacionalismo blanco no funciona”.

Alrededor de las 5 de la tarde, los asistentes al mitin de Kessler abordaron unas camionetas blancas y se marcharon, escoltados por la policía.

El 12 de agosto de 2017 cientos de neo-nazis, de cabezas rapadas y de miembros del Ku Klux Klan, entre otros nacionalistas blancos, se congregaron en Charlottesville para protestar contra la decisión de la ciudad de retirar de un parque el monumento en honor al general confederado Robert E. Lee.

El mismo domingo en Charlottesville, la madre de una mujer que falleció cuando un automóvil embistió a una multitud de manifestantes contra el racismo en el mitin de nacionalistas blancos del año pasado dijo que todavía hay mucho qué sanar tras un año de la violencia.

La madre de Heather Heyer, Susan Bro, colocó unas flores en el sitio donde ocurrió el ataque, en el centro de la ciudad. Con una multitud a su alrededor, les agradeció por ir a recordar a su hija, pero también reconoció el sufrimiento de las docenas de personas que resultaron lesionadas y los dos agentes estatales que fallecieron cuando un helicóptero se estrelló ese día.

“Hay mucho que sanar”, afirmó Bro. “Tenemos un enorme problema racial en nuestra ciudad y en nuestro país. Tenemos que arreglar esto o rápidamente estaremos aquí de nuevo”.

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