Evita la melancolía de fin de año

Entramos ya en la época final del año y con ella llegan las fiestas, las reuniones familiares, el bullicio de las compras y unos días en los que, supuestamente, la alegría es lo característico. Sin embargo, cada vez son más las personas que frente a ello experimentan una sensación de melancolía que les impide disfrutar como los demás.

Diversos psicólogos consideran que ese fenómeno emocional tiene que ver con el corte de caja que realiza cada persona y quienes se muestran más severos por su falta de resultados o por no alcanzar las metas esperadas al inicio del año son quienes resultan más propensos a experimentar sentimientos de tristeza. También están quienes están vivenciando una pérdida y añoran a alguien que ya no estará presente en las fiestas; además de aquellos que se deprimen ante la realidad mundial con todo y los problemas económicos que afectan el bolsillo personal. Es importante que al hacer tus reflexiones de fin de año, no seas tan severa contigo por los resultados obtenidos. Quienes son presa de estas emociones quisieran quedarse en cama durante toda la temporada festiva, pero según los especialistas ésta decisión es la peor que puede tomarse. Así que si tú eres de las personas que experimentan estas sensaciones o estás cerca de alguien que lo vive, aquí te compartimos algunas sugerencias que pueden ayudarte a salir del bache emocional: 1. Acepta la tristeza – Esto significa que no te sientas culpable por ser la nota discordante en la familia, pero también que no te regodees en esa melancolía y adoptes una posición de víctima. Ahora que si te gusta el drama, quizá puedas armar una pastorela y así te distraes… No, ya en serio, no es necesario que te recrimines por tu corazón sensible, pero si ya sabes cómo eres, mejor evita las reflexiones serias para otros momentos. 2. Agradece tus resultados – Quizá no lograste ingresar a lista de millonarios del mundo o tampoco conseguiste al galán de tus sueños o al empleo que te llevaría a otro nivel, pero eso no significa que hayas fracasado. Si dejas de juzgarte con severidad, seguramente encontrarás muchos motivos para estar satisfecho y, sobre todo, para agradecer.

3. Regresa a lo simple – Es decir, no te ahogues en un vaso de agua ni hagas una tormenta si este año tus posibilidades económicas te impiden comprar regalos para los 200 amigos de tu lista o para invitar a toda la familia a cenar. Lo verdaderamente importante de las fechas es la posibilidad que tienes de convivir con los que amas. Lo demás es fácil de solucionar o que, ¿ya olvidaste que puedes organizar un intercambio de regalos con tus amigos o que puedes hacer la comida de Navidad con la cooperación de todos?

4. Olvida el alcohol – Sí, la época se presta para el brindis, pero eso no es lo más recomendable para quienes sufren de melancolía. Quizá con un par de copas te sientas eufórico y logres una falsa alegría, pero qué pasa después: ¡el rebote es horrible! Te sentirás más decaído, culpable, triste… y eso es justamente lo que deseamos evitar.

Si eres una persona muy emotiva, es preferible que evites los brindis con alcohol.

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