La lentitud en la resolución de los casos de inmigración suele ser la norma para miles de indocumentados en busca de un amparo migratorio. Según cifras recientes, cada vez es más el tiempo que deben esperar para que un juez decida sus futuros en Estados Unidos. En promedio, la espera es de tres años.
Los contratiempos exagerados se deben a varios factores, entre ellos una falta de jueces de inmigración para procesar los miles de casos que no dejan de abrumar a las cortes.
De acuerdo a un análisis de la Universidad de Syracuse, en el país hay 259 jueces de inmigración en 57 cortes. Y en los últimos 10 años, el número de casos ha incrementado de 170,000 a 485,000.
En un comunicado, la oficina del Departamento de Justicia que maneja el tema dijo que “espera contratar 100 jueces más antes de que termine 2017” y que “continuará llevando a cabo juicios justos y rápidos” para todos los que se presenten.
Según cifras oficiales, el 20% de los casos se trata de personas que buscan asilo político.
