Reforma migratoria: Se agita el debate

NUEVA YORK -- La inmigración calienta la batalla en las elecciones de medio término en Estados Unidos.

Anuncios televisados, panfletos y carteles del Partido Republicano que muestran a inmigrantes que saltan una verja y con mensajes como "la inmigración ilegal amenaza a nuestras comunidades" son comunes en varias zonas del país y parte importante de la estrategia republicana en contra de candidatos demócratas en las elecciones del próximo 4 de noviembre.

"¡Si Justin Wagner gana, los inmigrantes ilegales recibirán educación universitaria gratuita!", avisa un volante que se reparte en casas de la zona del Valle de Hudson, al norte de la ciudad de Nueva York. Wagner es el candidato demócrata al senado estatal en el llamado distrito 40.

"Adrienne Esposito apoya: que los inmigrantes ilegales voten, ofrecer prestaciones sociales a inmigrantes ilegales, eliminar los requisitos laborales para recibir prestaciones sociales", reza otro panfleto repartido en el condado de Suffolk, en Long Island, donde Esposito es la candidata demócrata al senado estatal por el distrito número 3.

El Partido Republicano ha recrudecido su tono en el tema de la inmigración en los dos últimos años, desviándose del mensaje del ex candidato presidencial republicano Mitt Romney, que prometía ofrecer a los hispanos "un mensaje más inclusivo". La dureza en el lenguaje cuando se toca el tema migratorio se da sobre todo en distritos competitivos, donde los republicanos tienen posibilidades de ganar el martes.

David Laska, portavoz del Partido Republicano de Nueva York, dijo a The Associated Press que los votantes están frustrados con el presidente Barack Obama y con el Senado demócrata por no actuar y no aprobar una reforma migratoria que refuerce las fronteras y cambie de forma positiva las leyes de inmigración.

"Esta campaña electoral envía un mensaje claro que interesa a los votantes", opinó Laska.

"Por ejemplo, en Nueva York, con tantas familias de clase media a las que les cuesta pagar su propia educación, no deberíamos ofrecer educación gratis a nadie, y menos a gente que vino al país ilegalmente", dijo el vocero en referencia al New York Dream Act, una iniciativa que ofrecería a estudiantes sin permiso para residir en el país ayuda financiera estatal para acceder a la universidad. Wagner, el candidato del valle de Hudson, apoya esa iniciativa.

Nueva York, un estado que tradicionalmente vota demócrata en las elecciones presidenciales, ha revivido el debate migratorio en los últimos meses, con la llegada de miles de niños centroamericanos que han cruzado la frontera sin sus padres, que huyen de la pobreza y violencia en sus países de origen.

Para Wagner, los anuncios republicanos son una muestra del maltrato de ese partido a los hispanos.

"Dicen que quieren el voto latino pero después usan anuncios ofensivos en contra de la comunidad inmigrante, en contra de la comunidad hispana, por todo el estado, en un intento de asustar a los votantes. Creo que es vergonzoso", dijo el demócrata a la AP.

Publicidad electoral republicana que toca de forma crítica el tema migratorio ha sido vista antes en el condado de Suffolk, en Long Island, donde reside gran cantidad de inmigrantes centroamericanos, dijo Daniel Altschuler, un activista que sigue el tema y que es director de la organización Make the Road Action Fund.

Anuncios electorales republicanos que aseguran que la inmigración ilegal supone un peligro para la seguridad y economía del país se distribuyen ahora en estados como Nevada, Kansas, Arkansas o New Hampshire.

Se espera que 7,8 millones de hispanos voten en las elecciones de medio término, asegura la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Designados y Electos (NALEO). Los expertos dicen que el voto hispano podría ser importante en estados disputados, como Colorado.

Ángelo Falcón, director del Instituto Nacional de Políticas Latinas, dijo que "para las elecciones de medio término, los republicanos sienten que no pueden depender del voto latino, consideran que ese voto va para los demócratas, así que se enfocan en los votantes blancos. Además los blancos superan a los votantes hispanos en muchos distritos", opinó Falcón.

"Sin embargo, después de las elecciones de medio término, (los republicanos) tendrán que suavizar su lenguaje. Si no, se arriesgan a perder las (elecciones) presidenciales", agregó.

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