Tras la masacre de 26 personas, la mitad de ellos menores de edad, el debate de las armas está en boca de todos y el Procurador de Texas dijo que las iglesias deberían tener guardias de seguridad y permitir que los feligreses acudan a los servicios religiosos portando armas.
Un comentario insensible para algunos, oportunista para otros que analizan el discursos político, muy real para quienes apoyan la venta y porte de armas, pero extremista para quienes predican la palabra de Dios.
''En la casa de Nuestro Señor no ha cabida para las armas. No es mi espada, es la palabra de Dios'', clama Lynn Godsey de la Alianza Hispana Evangélica del norte de Texas.
Sin embargo, en otra iglesia, ya analizan el poner guardias de seguridad armados. “Estamos ahorita en planificación platicamos con un teniente para poder preparar a los vaqueros Cristianos para estar preparado para algo así como esto”, refiere Eduardo Arias del Templo Vaqueros Cristianos.
En la catedral de Saint Patrick en Fort Worth, cada domingo hay dos policías desde hace casi dos décadas cuando un vagabundo se metió en plena misa y apuñaló a varias personas. Tras la nueva ley de permitir portar armas, colocaron un letrero donde dice que NO es permitido entrar armado.
La iglesia Catedral de la Esperanza en Dallas, orientada a la comunidad LGBT y considerada las más grande en su tipo en todo EEUU, tiene medidas de seguridad muy específicas desde la masacre en una iglesia en Charleston en julio de 2015. Guardias de seguridad armados y no mochilas dentro del inmueble.
Y es que la ley de Texas es muy clara y precisa. Aunque se permite la venta, compra y portación de armas en este estado, no es permitido ''meter'' armas a las iglesias, ni en la mayoría de escuelas (a excepción de universidades públicas) restaurantes y negocios. Es a discreción de las propiedades privadas y la mayoría dice NO a las armas.
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Pero la herida en Sutherland Springs muy difícilmente se cerrará en los próximos mes y la discusión sobre la portación de armas en iglesias se definirá en la legislatura estatal texana en donde los Demócratas y Republicanos se enfrascarán nuevamente en este debate.
