SAN ANTONIO – Un milagro es lo que espera la familia de una menor de 13 años de San Antonio, quien se encuentra hospitalizada tras ser diagnosticada con COVID-19 y sufrir un paro cardíaco.
Alina Valenzuela es descrita como una niña sana, activa, a quien le gustan los deportes y sin ningún padecimiento médico preexistente, por lo que sus familiares no logran comprender cómo su estado de salud empeoró tan drásticamente.
“Estamos orando por ella día y noche y tenemos toda la fe de que va a seguir adelante”, dijo Miriam Treviño, tía de Valenzuela.
La pequeña habría informado a sus padres de que tenía dolor en el pecho este 11 de enero, y ellos la llevaron a una sala de emergencias.
Según sus familiares, la menor regresó a su casa la misma noche, pero fue internada la mañana siguiente tras desmayarse. En ese momento, los padres recibieron la noticia de que su hija tenía COVID-19 y había sufrido un paro cardíaco.
“Le hicieron dos operaciones en su corazoncito”, explicó Dinora Treviño, otra tía de la niña. “Ahorita, está ella [conectada a vida artificial] y no la quieren quitar hasta que no esté un poco más fuerte de su corazón. Dicen que también sus pulmones, su hígado, sus riñones, todo se vio afectado”.
Debido a la gravedad de su estado, Valenzuela fue trasladada a un hospital de Houston.
Sin embargo, su familia no sabe dónde contrajo el nuevo coronavirus, pues sus padres y su hermana menor arrojaron negativo a la enfermedad.
“Tengan mucho cuidado con los niños, que los cuiden mucho porque esto es algo muy serio que se está poniendo más grave cada día”, fue el mensaje que Dinora Treviño envió al público ante la situación de su sobrina.
Los familiares de la niña dijeron que ella podría requerir un trasplante de corazón, pero se están aferrando a un milagro para su pronta recuperación.
