SAN ANTONIO - Dos nuevas medidas entrarán en efecto de inmediato en el condado Bexar para prevenir incidentes violentos que involucran armas, anunció el fiscal general Joe Gonzales.
La primera medida establece que a partir de este lunes todos los fiscales presentarán una moción ante el tribunal para destruir las armas de fuego incautadas en casos de posesión ilegal de armas.
Esta medida también aplica en aquellos casos en los que se usó un arma de fuego para cometer un delito.
Otro de los cambios que modifican procedimientos penales en el condado Bexar tiene que ver con el interruptor que se usa para convertir un arma semi-automática en automática.
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La diferencia entre ambas armas es que cuando se aprieta el gatillo de un arma semi-automática solo dispara una vez.
En cambio, cuando se aprieta el gatillo en un arma automática esta no deja de disparar hasta que se agotan las municiones o se suelte el gatillo.
Cualquier persona sorprendida con uno de estos interruptores instalados en un arma puede ser acusada de posesión de un arma de fuego prohibida.
Esto se considera un delito grave de tercer grado que podría conllevar entre dos y diez años de prisión.
Por otro lado, si la policía encuentra a alguien en posesión de estos interruptores, aunque no posea un arma, la persona puede ser acusada de uso ilegal de un instrumento criminal.
Si es declarado culpable, el delincuente podría enfrentar hasta dos años en una cárcel estatal.
Por su parte, el alguacil Javier Salazar señaló que debe ser una prioridad la Ley de Bandera Roja.
Este estatuto permite que la policía o los miembros de la familia soliciten a un tribunal estatal que se ordene el retiro temporal de las armas de fuego de una persona que pueda representar un peligro para los demás o para ellos mismos.
