SAN ANTONIO – Las autoridades del condado Bexar buscan reducir la cifra de reos que se encuentran en la cárcel para evitar una propagación del nuevo coronavirus entre los detenidos.
Tanto el alguacil Javier Salazar como el juez Nelson Wolff hablaron sobre las medidas que implementarán para prevenir posibles contagios en la Cárcel del Condado Bexar.
Y es que uno de los prisioneros presentó síntomas similares a los del COVID-19 este martes por la tarde.
Según la oficina del alguacil, el reo fue aislado del resto de la población de la cárcel de inmediato en una celda especial y se encuentra bajo recibiendo tratamiento médico. Agregaron que una evaluación inicial arrojó que se podría tratar de un simple resfriado, aunque el prisionero ya fue sometido a un examen del nuevo coronavirus. Los resultados de la prueba todavía no estaban disponibles.
Adicionalmente, otro detenido había dicho previamente que estuvo expuesto a un portador del virus. Sin embargo, las autoridades determinaron que el caso era negativo.
La oficina del alguacil implementó una serie de medidas para proteger a los reos y empleados en la cárcel, incluyendo la designación de una sección para cuarentena y una evaluación médica profunda para los individuos que vayan siendo arrestados.
Las autoridades también trabajan con las cortes para maximizar el uso de los grilletes y así poder dejar en libertad condicional a una parte de los sospechosos detenidos, previniendo que la población en la cárcel siga creciendo.
Los oficiales además suspendieron un programa que les permitía a los prisioneros salir de la cárcel para trabajar como otra medida de precaución por el nuevo coronavirus, lo que se cree también afectará la población en las celdas.
