SAN ANTONIO – Después de vivir varios días de angustia, una familia de San Antonio finalmente recibió la noticia que tanto temía: su hijo estaba muerto.
La Oficina del Médico Forense del Condado Bexar confirmó este lunes que Rubén Eduardo Soto era una de dos víctimas, cuyos cuerpos fueron encontrados en medio de una calle del este de la ciudad por un policía que patrullaba la zona la madrugada de este 21 de enero.
“Me quería morir porque yo no quería creer que era verdad”, lamentó Teresa Gutiérrez, madre de Soto. “Yo decía ‘no, mi hijo está bien, ahorita me va a llamar’”.
El médico forense reveló que los cadáveres de Soto, de 20 años, y Mathew López, de 28, tenían múltiples impactos de bala.
La policía dijo que se sospecha que ambas víctimas fueron asesinadas en otro sitio y sus cadáveres abandonados después en 300 Fredonia Street.
Gutiérrez, además, aseguró que el otro joven hallado muerto junto a su hijo era el novio de su hija.
“Queremos que la policía nos explique, nos de una respuesta de lo que está pasando”, añadió Gutiérrez. “Me acaban de decir que el carro lo encontraron quemado a una milla, mi hijo apenas se acababa de comprar su carro”.
No obstante, las autoridades se limitaron a la hora de revelar detalles adicionales sobre este doble asesinato para no comprometer la investigación.
Mientras tanto, Gutiérrez solo espera que le entreguen el cuerpo de su hijo para darle el último adiós.
Los familiares de las víctimas han colocado flores, veladoras, y globos en el lugar donde sus cuerpos fueron encontrados como un pequeño homenaje a las vidas que se han perdido.
