SAN ANTONIO – El brote del nuevo coronavirus en un asilo de ancianos del sureste de San Antonio ha cobrado más de una docena de vidas, todas de adultos mayores que ahí vivían.
Entre los residentes infectados se encontraba Belony Saintil, de 67 años y quien falleció este sábado luego de que su hija tomara la difícil decisión de desconectarlo del aparato que lo mantenía con vida.
“Le dije que lo amaba y que fue un gran padre”, narró Sirrea Dale al recordar que se despidió de su padre a través de un cristal y hablándole por un walkie-talkie. “Tomé la decisión de desconectar el respirador y dejarlo ir en paz”.
Saintil estuvo hospitalizado por más de una semana luego de que se detectara el brote de COVID-19 en el Southeast Nursing and Rehabilitation, donde tanto empleados como residentes fueron contagiados.
Dale dijo que, a pesar del dolor que sentía su familia, ella sabía que su padre estaba sufriendo aún más.
“Lo estaba lastimando más a el de lo que me lastimaba a mí”, dijo Dale. “Estoy molesta porque [en el asilo] debieron tomar más precauciones”.
Pero Dale señaló que lo más preocupante fue cuando recorrió el “pasillo de cuarentena” del hospital University.
“Cuando vi a toda esa gente, hasta niños y bebés, acostados en las camas con los respirados, esa es la realidad”, explicó la hija, advirtiendo a las personas sobre la importancia de seguir las medidas de prevención.
Los restos del señor Saintil serán cremados y entregados a su hija.
