SAN ANTONIO - El asilo de ancianos River City se encuentra bajo la mira luego de varias quejas por familiares de los residentes. Este centro fue designado desde abril para cuidar a pacientes con COVID-19.
Pamela Allen pudo llevarse este miércoles a su madre de este asilo de ancianos para continuar cuidando desde su casa. La decisión, según dijo, es por las condiciones en las que vivía la anciana de 82 años.
Allen, quien desde hace varios años aboga por los niños en casos de abuso infantil, dijo que sintió impotencia al enterarse que su madre supuestamente no recibía el cuidado adecuado.
A principios de junio, agregó Allen, su madre dio positivo al nuevo coronavirus. Fue entonces internada en el Hospital Universitario, pero cuando comenzó a recuperarse fue dada de alta y enviada al centro de cuidado River City. Allí, los doctores le aseguraron que continuarían a cargo de su cuidado.
Sin embargo, Allen alegó que a los pocos días su madre comenzó a quejarse de las condiciones en las que vivía ahí dentro. Le dijo que pidió un abanico por falta de aire acondicionado, que no le estaban dando de comer ni ofrecían cuidados de higiene en los horarios asignados.
Sin embargo, indicó que lo que más la angustió es que su madre, quien padece de leucemia, no estaba recibiendo su medicina. Allen aseguró que al momento de cuestionar al personal, le indicaron que no sabían que su madre padecía de esa enfermedad. Fue entonces cuando decidió sacarla del asilo.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Texas dijo que están investigando al asilo de ancianos para evaluar el cumplimiento de todas las normas relevantes de salud y seguridad.
