Relata su experiencia en albergue para niños migrantes

José Manrique pasó dos años en diferentes refugios antes de recibir una visa juvenil.

SAN ANTONIO – La polémica generada por las condiciones en las que las autoridades de Inmigración mantienen a los menores que cruzan la frontera entre México y Estados Unidos ilegalmente, ha despertado preguntas sobre lo que pasa con aquellos que cumplen la mayoría de edad mientras están detenidos.

Tal fue el caso de José Manrique, quien pasó dos años en diferentes albergues para menores migrantes.

Manrique tenía 16 años al momento que fue detenido por la Patrulla Fronteriza y cruzaba la frontera sin un familiar que lo acompañara.

“Cuando me dijeron que el Fiscal me quería deportar, fue algo pesado”, aseguró Manrique.

Durante los siguientes dos años, el adolescente pasó de un albergue a otro hasta que los servicios de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) le notificaron que iría a un centro de detención para adultos.

“’Ya te estas yendo de nuestra custodia, Inmigración te está pidiendo’”, fueron las palabras que, según Manrique, los oficiales de ICE usaron para explicarle su nueva situación luego de cumplir la mayoría de edad.

El adolescente estuvo detenido otros cinco meses antes de recibir una visa juvenil y ser liberado a la Posada Guadalupe, donde reciben a jóvenes con casos similares.

Sin embargo, no todos los menores migrantes que cumplen la mayoría de edad mientras están detenidos corren con la misma suerte que Manrique.

“En muchos casos prefieren enviarlos a la prisión”, aseguró el padre Felipe, quien administra la Posada Guadalupe.

Y es que la política de “cero tolerancia” crea un sistema migratorio más estricto, endureciendo los cargos criminales que un migrante podría enfrentar al ser detenido.

A pesar de que el presidente Donald Trump firmó una orden para detener la separación de familias en la frontera, cientos de niños permanecen detenidos en albergues en espera de ser reunificados con sus familiares.

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