SAN ANTONIO - Una joven de 22 años que estudiaba para ser enfermera falleció por el COVID-19.
Glenn Hernández dijo que su hija era una joven sana y llena de vida. Por eso, lo que se le hace más insólito es que cuando él creía que su hija estaba venciendo al nuevo coronavirus, todo dio un giro inesperado.
Osanette Hernández falleció a los 22 años, tras luchar un mes contra la enfermedad.
“Le decía al señor, al doctor, ‘por favor dime que me estás echando mentiras, apenas hablamos con ella’. Estaba muy bien sonriendo y todo y dice que lamentablemente se le paró el corazón”.
Este 28 de julio, horas antes de que su padre recibiera la noticia de su fallecimiento, Osanette lo llamó. Era la primera vez que lo hacía sin la ayuda de las enfermeras.
“Pudimos decirle que la amamos y ella también. Sus últimas palabras para nosotros era que nos amaba, pero esa oportunidad siempre la voy a guardar en mi corazón”, expresó el padre.
Mientras su hija luchaba contra este mortal virus, Hernández se enteró que él también se había contagiado.
“Tres días después de que la internamos al hospital, yo me sentí débil, yo tengo diabetis, no iba a ir al hospital”, dijo.
Sin embargo, allegados lo convencieron y le recordaron que aún tiene otros tres hijos que dependen de él. Su esposa murió de cáncer el año pasado.
“Una pesadilla muy fuerte, no lo creemos. Cada noche, cada día que nos levantamos yo estaba orando”, agregó el padre.
Hernández le pide a la comunidad que sigan las recomendaciones de las autoridades sanitarias.
“Les ruego que lo hagan por la salud de ellos y la salud de nosotros”, enfatizó.
