San Antonio

Joven puertorriqueño quemado en México celebra un año de regresar a casa

"Gritaba, lloraba y aguantaba un dolor inmenso", dice Alexis Joel Hernández a un año del accidente que casi le cuesta la vida.

Telemundo

SAN ANTONIO - Ha pasado un año desde que Alexis Joel Hernández logró regresar a su natal Puerto Rico después del terrible accidente en el que resultó con quemaduras en el 70% de su cuerpo cuando vivía en México y por el que fue tratado en un hospital de San Antonio, Texas.

Desde que el joven puertorriqueño salió del hospital en San Antonio han ido sanando sus cicatrices corporales y también las emocionales.

Este domingo se cumplió un año del viaje que el joven puertorriqueño hizo de regreso a casa. Tras haber salido de México en enero de 2018 con quemaduras en el 70 por ciento de su cuerpo, a causa de una explosión en su apartamento, vivió una intensa etapa de recuperación en el Brooke Army Medical Center. 

A dicho hospital llegó en ambulancia aérea y en estado crítico, pero el 26 de agosto de 2019 salió sonriendo y caminando, como era su deseo.

Durante el tiempo que Hernández se mantuvo internado en el hospital estuvo en un coma inducido, fue sometido a una traqueotomía y se le realizaron 17 cirugías para recibir injertos de piel. 

Durante el pasado año, en lo que él llama su “segunda oportunidad de vida”, celebró Navidad, fechas especiales como el Día de los Padres y el Día de las Madres y su cumpleaños número 24.

Además, ha tenido logros en su vida cotidiana que, por sencillos que parezcan, para él significan mucho. 

“Ha sido grande para mí bañarme solo. Los primeros meses en el hospital no podía hacerlo y era bien doloroso por el cuidado que requería mi piel. Para muchas personas bañarse es un momento de relajación, pero para mí era lo más difícil del día. Gritaba, lloraba y  aguantaba un dolor inmenso”, explicó.

El hombre indocumentado habría saltado al tren mientras éste se encontraba en movimiento.

Hernández celebra que ya puede realizar más movimientos con sus extremidades. Es capaz de amarrar los cordones de los zapatos y ha escrito cerca de 100 cartas que va enviando a amigos y conocidos para practicar la escritura. También, ha empezado a conducir, aunque se siente inseguro cuando lo hace solo. Cocinar solo también le intimida, pero va practicando de a poco.

Sin duda, queda mucho camino por recorrer. Hernández continúa tomando terapias físicas y ocupacionales. Está enfocado en seguir mejorando cada día.

“Muchas veces se hablaba de mis heridas físicas, las que quedaron en mi piel, pero emocionalmente uno también se afecta. El tiempo ayuda a sanar ambas y lo cura todo”, resumió, no sin agregar que en su tiempo libre encuentra inspiración escuchando música cristiana.

“San Antonio me hace pensar en algo especial. En el momento más difícil de mi vida fue la ciudad que me acogió y muchas personas, sin conocerme, me hicieron parte de su vida. Es especial para mí”, expresó Hernández, quien regresó a esta ciudad en noviembre para asistir a un juego de baloncesto de los San Antonio Spurs.

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