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“No había nada que hacer por él”: testigo recuerda ver de cerca al detective Marconi baleado

Una visita a San Antonio para celebrar un cumpleaños se convirtió en una pesadilla para Jennifer Patterson y su hija, quienes presenciaron el momento en que el detective Benjamin Marconi fue emboscado.

Telemundo

SAN ANTONIO – Las emociones volvieron a dominar el ambiente en una corte del condado Bexar después de que dos de los testigos no pudieron contener las lágrimas al recordar el momento en que el detective Benjamin Marconi fue emboscado.

En el tercer día del juicio, Jennifer Patterson y su hija Alexandria testificaron que se encontraban de visita en San Antonio para celebrar un cumpleaños cuando presenciaron la balacera que cobró la vida del detective Marconi el 20 de noviembre, 2016.

La madre dijo que conducía por la intersección de W César E. Chávez Boulevard y S Santa Rosa Avenue, cuando su hija - quien iba de pasajera - gritó, "¡Dios mío! Tiene una pistola!".

Ambas mujeres declararon, por separado, que el hombre armado luego se acercó a la patrulla del detective Marconi y se escucharon dos disparos.

La madre añadió que se dio la vuelta, se estacionó cerca de la patrulla y se bajó de su auto para ver si el oficial estaba bien.

"Era obvio por el agujero en su sien que no había nada que hacer por él", testificó la madre entre lágrimas. "[Sus ojos] estaban abiertos y él seguía mirando directo al frente".

Por su parte, Alexandria Patterson guardó la compostura al contestar las preguntas de la fiscalía y la defensa, pero rompió en lágrimas al escuchar la llamada que ella misma hizo al 9-1-1 tras presenciar la balacera.

Marconi recibió dos impactos de bala en la cabeza mientras se encontraba en su patrulla, frente a la Sede del Departamento de Policía de San Antonio. Él había realizado una parada de tráfico rutinaria y se encontraba redactando una infracción cuando fue baleado.

El acusado, Otis Tyrone McKane, se declaró no culpable por el cargo de asesinato capital que enfrenta en relación al asesinato a sangre fría del detective Marconi.

Marconi fue trasladado al San Antonio Military Medical Center, donde murió poco después.

A parte de Jennifer y Alexandria Patterson, también rindieron sus testimonios un conductor de un autobús público que pasó por el área al momento de la balacera, un soldado que se detuvo detrás de la patrulla del detective Marconi, otro conductor que intentó perseguir al sospechoso, y un exempleado de un taller mecánico que reconoció a McKane como uno de sus clientes y lo denunció.

El asesinato desató una intensa búsqueda y McKane, de 35 años, fue rápidamente identificado como un sospechoso. Él fue arrestado al día siguiente.

Tras su arresto, el sospechoso dijo a los medios que disparó contra el policía porque se sentía frustrado luego de haber perdido la custodia de su hijo.

Marconi llevaba 20 años trabajando para la policía de San Antonio. Él era uno de los detectives a cargo de investigar delitos sexuales y abusos contra menores.

De ser encontrado culpable, McKane podría enfrentar una sentencia de cadena perpetua o la pena de muerte.

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