San Antonio

Ratifican despido de policía por dar comida con heces a indigente

Un examinador de audiencias justificó la decisión por lo “atroz” de su conducta.

Telemundo

SAN ANTONIO - Un árbitro ratificó la decisión que tomó el jefe de la policía, William McManus, para despedir al exoficial Matthew Luckhurst.

Luckhurst fue inicialmente despedido, o suspendido indefinidamente, de la Policía de San Antonio (SAPD, por sus siglas en inglés) por colocar un sándwich con heces en un recipiente de comida y dárselo a un hombre sin hogar. Esto ocurrió en noviembre de 2016.

Sin embargo, Luckhurst apeló a un árbitro y, de conformidad con una disposición del Acuerdo de Negociación Colectiva con el sindicato policial, fue readmitido alegando que el incidente ocurrió más de 180 días antes de que se emitiera la suspensión.

Según las autoridades, Luckhurst recibió una segunda suspensión por un incidente separado cuando deliberadamente no pudo tirar las heces en el baño de mujeres de Downtown Bike Patrol. 

En la misma ocasión, extendió una sustancia marrón similar a la tapioca en el asiento del inodoro para dar la apariencia de heces. Por su propia admisión, tomó estas medidas porque una mujer oficial había colocado un letrero en la habitación solicitando que se mantuviera limpia.

Se informó este viernes que el examinador de audiencias, Thomas Cipolla, concluyó que la decisión del jefe McManus de terminar el empleo de Luckhurst estaba justificada debido a la naturaleza atroz de su conducta.

“Este individuo claramente no tiene por qué usar un uniforme de SAPD, y nunca debería haber sido tan difícil despedirlo”, dijo el administrador de la ciudad Erik Walsh.

 “Me complace que esto haya quedado atrás, pero la disposición del contrato que le dio más oportunidades de las que merecía sigue siendo un obstáculo para la capacidad del Jefe de disciplinar a los oficiales que no cumplen con los estándares de SAPD”, continuó.

Por su parte, McManus expresó que la gran mayoría de sus oficiales respetan sus juramentos para servir a la comunidad y se resienten cuando individuos como Luckhurst desacreditan la insignia.

“Tanto para el departamento como para la comunidad, era de vital importancia que no se le permitiera recuperar su trabajo. Aunque los límites que me impuso el Acuerdo de Negociación Colectiva hicieron que despedirlo fuera más difícil de lo que debería haber sido, finalmente se hizo justicia en este caso”, concluyó.

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