SAN ANTONIO – A un mes de la balacera en la Escuela Primaria Robb, que dejó a 19 niños y dos maestras muertas, la frustración en Uvalde crece ante las revelaciones de las autoridades sobre las acciones que tomaron los oficiales el día de la tragedia.
“Él no es capaz de hacerse responsable de nuestros niños”, manifestó Michael Ray Brown, un residente de Uvalde, sobre el jefe de policía del distrito escolar, Pete Arredondo. Brown ha salido a las calles de esa comunidad por varios días con un letrero en el que pide “Despidan a Pete Arredondo”.
Y es que la investigación sobre la masacre escolar se ha centrado en la respuesta policial para detener al atacante, quien estuvo atrincherado en un salón de clases por más de una hora mientras 19 oficiales armados esperaban la orden para entrar. El director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Steve McCraw, calificó el operativo como un “fracaso abyecto” después de señalar a Arredondo como el comandante al mando el día de la balacera ocurrida este 24 de mayo.
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McCraw dijo en una rueda de prensa el 27 de mayo que Arredondo tomó la “decisión equivocada” al no ordenar que los oficiales actuaran más rápido, y este 21 de junio testificó ante el Senado de Texas que el atacante pudo haber sido neutralizado tres minutos después de que entrara a la escuela.
El Distrito Escolar Independiente Consolidado Uvalde retiró a Arredondo de sus funciones este miércoles bajo una licencia administrativa, reemplazándolo temporalmente con el teniente Mike Hernández.
“Desde el comienzo de este horrible evento, compartí que el distrito esperaría hasta que se completara la investigación antes de tomar decisiones de personal", declaró el superintendente Hal Harrell en un comunicado de prensa.
"A día de hoy, sigo sin conocer los detalles de las investigaciones que están realizando diversas agencias. Debido a la falta de claridad que queda y al hecho de que se desconoce cuándo recibiré los resultados de las investigaciones, he tomado la decisión de colocar al jefe Arredondo en licencia administrativa a partir de esta fecha”, dijo Harrel.
Sin embargo, Arredondo mantiene el cargo de concejal del Distrito 3 de Uvalde después de que ganara la elección del 7 de mayo y fuera juramentado al Concilio en una ceremonia privada el 31 del mismo mes, una semana después de la balacera escolar.
Este martes, Arredondo no estuvo presente en una reunión del Concilio durante la cual se le negó una excedencia a su puesto de concejal. En caso de faltar a tres reuniones, los otros miembros del concilio pueden votar a favor o en contra de destituirlo.
“Él se debe de ir, debe de renunciar, debe de dejar el puesto e irse de aquí a hacer algo porque no va a tener cara para vernos a todos”, opinó Federico Torres, cuyo hijo murió en la balacera escolar.
Arredondo defendió sus acciones en una declaración al diario Texas Tribune y dijo que no consideraba que él estaba a cargo del operativo policial durante la masacre y supuso que alguien más tenía el control.
El coronel McCraw dijo ante el Senado de Texas que Arredondo no corre el riesgo de perder su licencia como oficial del orden ya que la investigación en torno a la masacre no es una investigación criminal. Esto significa que él podría solicitar empleo en otras agencias de la ley.
