Alebrijes, arte mexicano salido de un sueño

Es arte representativo de México, realizado con cartón y papel pintado en brillantes colores y las más variadas formas: generalmente una mezcla de animales que parece salida de un sueño… y, según las versiones, eso es justamente lo que originó a los alebrijes, como son conocidos.

La historia cuenta que un artesano del Estado de México, llamado Pedro Linares López, perdió la conciencia y cayó en un sueño profundo, en el que se le aparecieron extrañas criaturas mezclas de animales: un león con alas, un toro con pico de gallo o un león con cabeza de perro, por ejemplo. Estas figuras se dirigían a él y le gritaban la palabra ¡alebrijes!

Tiempo después, Pedro se recuperó de la extraña enfermedad en que estaba sumido y despertó de su sueño, en lo que fue calificado por sus familiares como un milagro según narran en el sitio que crearon para promover las figuras. El artesano aprovechó entonces sus habilidades en el manejo del cartón y el papel maché para crear las figuras de sus sueños, a las que llamó alebrijes.

A lo largo de su vida, murió en 1992, Linares mostró su trabajo a cientos de personas e inclusive fue invitado a exposiciones en Estados Unidos y Europa, además de que heredó a sus descendientes el amor por este arte.

Una de las características más sobresalientes de estas figuras son los vibrantes colores, típicos de las artesanías mexicanas.

Pero en México, también se cuentan otras historias sobre el origen de los alebrijes. La más sólida es la que relaciona al pintor José Antonio Gómez Rosas, “El Hotentote”, con el propio Linares. Supuestamente, para el baile anual de máscaras de la Academia de San Carlos. “El Hotentote” haría los telones y le pidió a su cartonero, Linares, que creara una nave y un alebrije.

Ante la extraña petición, Linares le preguntó al pintor cómo hacerlo, y éste le respondió: “toma un Judas (otra artesanía típica) y ponle cola y alas de murciélago”.

En las pinturas de “El Hotentote” suelen aparecer figuras zoomorfas y fantásticas en las que se combinan partes de reptiles, de aves, de anfibios, de insectos y de mamíferos, al igual que diferentes épocas y estilos, lo que da veracidad a la historia de que él podría ser el autor de los singulares seres.

Sea una u otra la historia verdad, lo cierto es que estas piezas cada vez cobran mayor popularidad y, desde el 2007, el Museo de Arte Popular realiza la Noche de los Alebrijes, un desfile de figuras monumentales que recorren el Zócalo de la Ciudad de México y algunas de sus principales avenidas, como el Paseo de la Reforma, donde también se quedan varios días en exhibición.

En cartón, papel o madera tallada, los alebrijes son piezas únicas que se realizan de manera individual.

  • Los alebrijes de Oaxaca

En este estado del sur de México, los alebrijes se realizan en madera de copal. La elaboración de estas artesanías es la base de la economía de los poblados de San Martín Tilcajete y San Antonio Arrazola, donde numerosas familias trabajan en la talla de las figuras a las que después dan color con pintura vinílica y comercializan en las plazas, mercados y talleres de la región.

El alebrije de Oaxaca es una combinación de la tradición de talla de madera de la región y la técnica creada por Linares. Esta artesanía se introdujo en la zona de Oaxaca a finales del siglo 20, gracias a la realización de un taller de demostración llevado a cabo en Estados Unidos, bajo la organización de Judith Bronowski.

Sea en cartón o en madera, el alebrije es una artesanía única, que se realiza de manera individual. No hay moldes para crearlos en serie: cada artesano le da su toque y estilo, con base en su talento y sueños... y si tú deseas experimentar y crear tu propio alebrije, puedes hacerlo. Hay varios videos disponibles para que sigas las instrucciones y los realices, como éste:

Contáctanos