Amaranto, semillas de alegría a tu dieta

La alegría es uno de los dulces tradicionales más nutritivos que existen en México, aunque no es exclusivo del país, ya que en otras regiones de América Latina el amaranto también se consume desde épocas prehispánicas, cuando se le utilizó como moneda de cambio y con fines ceremoniales, como ofrenda a los dioses.

Básicamente la alegría es una especie de galletas que incorporan la semilla del amaranto con miel o azúcar, pero en los últimos años se le agregado chocolate y frutos secos, como el arándano y la uva pasa, además de nueces, almendras, avellanas y semillas de calabaza. Una de estas galletas, que en México reciben el nombre de alegrías, es realmente uno de los superalimentos que recomienda todo el movimiento de nutrición consciente. La razón de ello es que el amaranto aporta considerables nutrimentos a la dieta diaria como son vitaminas C y E, hierro, magnesio, fósforo y potasio, además de abundantes antioxidantes y fitoesteroles, que ayudan a la absorción del colesterol a nivel intestinal.

Por si fuera poco, la lisina que contiene el amaranto es esencial para metabolizar los ácidos grasos, favorece la absorción del calcio y reduce los niveles de insulina de la sangre, lo que genera una sensación de saciedad que te lleva a reducir el consumo de alimentos.

Y para completar el cuadro, las alegrías resultan muy económicas. En México, por un dólar pueden comprarse tres barras de aproximadamente 12 por 5 centímetros.

Las alegrías aportan una serie de nutrientes a tu dieta y, además, te generan una sensación de saciedad que reduce el consumo de alimentos.

Pero también resulta muy sencillo preparar alegrías en casa. Aquí te compartimos una receta básica, a la que puedes añadirle cacao, pasas, arándanos, nueces, almendras o los frutos secos de tu preferencia para llevarlos como snack o incluirla en la lonchera de los pequeños de la familia:

  • Ingredientes (para 40 piezas)

1 kilo de amaranto tostado

1 kilo de azúcar

1/2 kilo de miel de abeja

1 litro de agua

  • Preparación

En un cazo se ponen a fuego medio el agua, el azúcar y la miel, y los mueves con una cuchara. Dejas hervir hasta que la miel tome un punto de hebra. Entonces, la retiras del fuego y le añades el amaranto; mezcla muy bien con una cuchara hasta formar una pasta.

En este momento puedes agregarle los frutos secos que elegiste. Después tienes dos opciones: hacer figuras individuales, como si fueran galletas, o colocar toda la mezcla en una charola de horno, dejando un grosor de 1.5 o 2 centímetros, según tu gusto. Cuando se enfríe y seque, cortas las barras al tamaño que desees, y las embolsas de manera individual para tenerlas listas y degustarlas.

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