Con fe y esperanza elevan sus rezos intentando mejorar las cosas, pero la tentación parece estar ganando la batalla, trayendo a través de la pederastia de los sacerdotes el infierno a la Iglesia católica.
"Manifestamos preocupación por el tema, porque creíamos que lo teníamos bajo control, no se habían dado casos significativos y ahora aparecen estos", admite Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis de México.
Aceptando solo una entrevista vía telefónica, Valdemar reconoció la crisis por la que atraviesan en este tema, ya que en seis años se registraron dos denuncias de sacerdotes que agredieron sexualmente a sus víctimas.
Pero en el primer semestre del 2017 sumaron cuatro casos tan solo en la capital mexicana.
La Iglesia católica mexicana no había aceptado hasta ahora la gravedad de este problema, pero su vocero revela que las medidas que han tomado para contrarrestarlo no ha sido suficientes, por lo que no queda más que afrontarlo.
Martín Faz es abogado de más de una docena de supuestas víctimas de este delito, y asegura que le sorprendió que el representante de esta religión aceptara lo que ellos durante tanto tiempo han pedido que se reconozca.
"Yo creo que lo que pretenden con todo esto es hacer creer a la opinión pública que están interesados en el tema, que están preocupados en el tema", dice Faz.
Historias Destacadas
Por su parte, el vocero de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, estado donde más eventos como este se han reportado, aplaudió el ejercicio de honradez de sus superiores.
"No los queremos negar porque la Iglesia no gana nada negando algo que puede ser verdad, al contrario no es negar sino atacar este tipo de delitos", dice Jesús Priego, el vocero en San Luis Potosí.
La arquidiócesis reveló que cinco de sus sacerdotes están suspendidos por pesar sospechas sobre ellos, y uno más ya fue expulsado por orden del Vaticano.
