Una Catrina se instala en la pared de un hotel

El mural, una pieza de "street art", será parte de La Catrina Fest.

Un mural de 225 metros cuadrados (2421 pies cuadrados), que muestra la figura de una Catrina, se plasmó en la pared de un hotel que se ubica en la céntrica avenida Reforma de Ciudad de México para darle a vida una pieza de "street art" (arte callejero).

Con 15 metros de base y los mismos de altura, se ubica en el hotel Fontán del Centro Histórico y forma parte de La Catrina Fest, que tiene su punto más alto en la celebración del Día de Muertos, que se llevará a cabo el 1 y 2 de noviembre en la capital mexicana.

En la obra, que rinde tributo a los grandes muralistas mexicanos como David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Diego Rivera, se utilizó la técnica de pintura en 2D y 3D dentro del género llamado "streetpainting".

La obra, titulada "El árbol de la vida", integra un conjunto de celebraciones y muestra a la muerte como parte de la vida a través de una propuesta alegre, llena de colores, sabores y texturas con elementos mexicanos, y del corazón de la Catrina surge la vida y la estructura del árbol.

La Catrina es la figura de un esqueleto femenino lujosamente ataviado que emergió de la imaginación del artista José Guadalupe Posada, quien la dibujó a principios del siglo XX, y fue bautizada por su colega Diego Rivera.

Durante dos semanas, con jornadas de doce horas diarias, los artistas mexicanos Adry del Rocío y Carlos Alberto GH, así como el holandés Rubén Poncia, integrantes del Colectivo ADN, retaron a la gravedad al trabajar sobre una grúa para dejar sus trazos en los bloques de la pared visible del hotel.

"Al iniciar los trabajos nos dio miedo, sobre todo porque en la parte más alta la grúa era más endeble. En las tardes hacia mucho viento, pero todo fue cuestión de acostumbrarnos a ir pintando con el movimiento", explicó Adry.

La artista refirió que el arte de gran formato lo acostumbran ejecutar en muros o en el piso, y siempre se ayudan de un boceto para no perderse en la dimensiones.

"En cada pausa, nos bajamos de la grúa y fuimos revisar como iba la pintura y los bloques del hotel fueron un gran referente para no perdernos en el trazo", indicó.

Contó que ella y su hermano Carlos comenzaron a trazar con pintura directamente sobre la pared "a mano alzada" y consideró que el trabajo que desarrollaron fue "muy sencillo".

Durante sus labores y desde los primeros trazos, los tres artistas -Poncia es su esposo- recibieron muestras de apoyo de los transeúntes, quienes lo mismo les gritaban que les aplaudían o los refrescaban al darles agua.

"México ha dado al mundo esa tradición del muralismo. En lo personal admiro a los tres grandes pero en especial a Orozco. Han sido una gran influencia para nuestro trabajo", apuntó Adry.

Explicó que actualmente existe un auge del arte callejero en todo el mundo y México no es ajeno a él, y formar parte de ese movimiento la hace sentir orgullosa.

"Llenar de colores los espacios cambia la rutina de las personas y consumir ese arte nos vuelve más humanos. Cuando uno es peatón no espera encontrar una obra arte, causa sorpresa y, al menos por un segundo, le cambia la vida a las personas", sostuvo.

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