Un ballet folclórico conformado por hombres y mujeres pertenecientes a la comunidad LBGTTTI en Jalisco, en el occidente de México, busca luchar contra la discriminación y promover el respeto a la diversidad sexual, además de fomentar las tradiciones mexicanas.
El grupo está conformado por personas que tienen la libertad de escenificar las más arraigadas melodías mexicanas ataviados con trajes de charro o con coloridos vestidos.
Johnny Cobián, fundador del "Ballet folclórico LBGTTTI Jalisco es diverso", explica que buscan fomentar el respeto a la identidad de género y la orientación sexual de las personas, y también evitar la discriminación.
"Una gran cantidad de las personas que integran nuestro ballet son transexuales, que es una característica diferente de todos los demás ballets y que nos identifica. Se les permite a las niñas bailar de niños y a los niños de niñas, acorde al género por el cual se identifican ante la sociedad", subraya.
Esmeralda Núñez, una de las chicas transgénero que forma parte del grupo, dice que el ballet promueve el respeto a la diversidad más que recalcar las diferencias con la población heterosexual.
"No son características diferentes; es prácticamente lo mismo solamente que aquí se abre la opción de que las chicas transgénero podamos bailar con el género de mujer. Eso es lo que cambió un poquito: aquí todos bailamos en el género que queremos", asegura.
"Jalisco es diverso" fue creado en junio pasado ante la negativa de algunos ballets que eran invitados por la comunidad homosexual para acudir al desfile del orgullo gay. Cobián se dio a la tarea de reunir a personas que, además de disfrutar el baile, no tuvieran miedo a mostrar su identidad u orientación sexual.
México
El veracruzano Mario Fernández se incorporó motivado por su amor al folclor mexicano y por la experiencia que le dio haber estado en otros grupos desde los tres años de edad.
"Es lo que quiero dar a conocer al público porque es mucha responsabilidad estar de este lado. Yo quiero que todos sepan lo que es la cultura y el folclor, y que nosotros como comunidad lo podamos hacer sin ninguna traba", expresa.
Antes de las presentaciones los integrantes se esmeran en su atuendo. Las mujeres resaltan con el maquillaje los "ojos de papel volando" como lo pide "El son de la negra", una de las canciones mexicanas más populares. Su voz grave se combina con la coquetería que les dan sus elaboradas trenzas y sus largos aretes.
Llevan vestidos amplios en los que resalta el arcoíris que simboliza la diversidad sexual.
En este grupo folclórico no existe una definición de belleza que dé paso a la discriminación, asegura Cobián.
"Aquí no hay discriminación, no hay homofobia, nada de ese tipo. Ni siquiera discriminación por la cuestión de la identidad de género; todas las personas son bienvenidas", señala.
El grupo ha sido bien recibido en los pocos festivales a los que ha acudido, aunque los integrantes cuentan que les han retirado la invitación a algunas presentaciones cuando los anfitriones se percatan de su particularidad.
Eso no los detiene para seguir celebrando y promoviendo la diversidad. Domingo a domingo ensayan sin descanso para dejar a punto las nuevas coreografías para algún festival cercano.
"Lo que nosotros queremos es que nos vean como un ballet folclórico común. Somos un ballet folclórico incluyente. Es un reto para nosotros llegar muy lejos", recalca Esmeralda mientras ondea sonriente la falda de su vestido.