Marinos de la Armada mexicana hallaron los restos reducidos a esqueletos de seis hombres en fosas clandestinas dentro de una casa en la ciudad costera de Acapulco.
Algunos cuerpos estaban atados de pies y manos y uno tenía un alambre alrededor de la garganta.
El hallazgo fue anunciado el jueves por el gobierno del estado de Guerrero.
Los cadáveres ocupaban cuatro fosas en un barrio pobre, lejos de la zona turística con sus playas sobre el Pacífico.
Las pandillas de narcos y secuestradores frecuentemente entierran sus víctimas en esas fosas.
Las morgues en Guerrero y otros estados mexicanos no se dan abasto con la gran cantidad de cuerpos hallados en las calles y en fosas clandestinas, muchos de los cuales jamás son identificados.
