Obispo negocia con el narco tregua navideña

No es la primera vez que Salvador Rangel pacta con el crimen organizado.

Salvador Rangel, obispo de la zona Chilpancingo-Chilapa, en el estado de Guerrero, reveló que está en negociaciones con líderes del crimen organizado en la región para pactar una tregua durante la temporada navideña.

"Estoy haciendo una exhortación. ¡Que Dios nos ayude, y la buena voluntad de las personas, haya una tregua navideña!”, expresó a medios mexicanos al término del coloquio "Construcción de la Paz en Guerrero".

No es la primera ocasión en la que Rangel revela sus tratos con líderes del crimen organizado, a quienes exhorta para que eviten la violencia y permitan que el estado de Guerrero viva en paz.

Sin embargo, admitió que aún no ha podido establecer diálogo con un grupo delictivo que opera en la parte de la Sierra del municipio de Tlacotepec.

Pese a ello, dijo que continuará buscando el diálogo para lograr una tregua en diciembre: "A nivel mundial las guerras se paran en Navidad, ¿por qué no en Guerrero, que tengamos ese periodo, que es el más hermoso del año, que podamos vivir en paz!".

Muchos líderes criminales, asegura el obispo, "son personas con las que se pueden dialogar", por lo que espera que dé frutos la semilla de paz que intenta sembrar.

“En Guerrero hay cerca de 22 grupos delincuenciales y es todo un mosaico: todo depende de la zona a la que usted se asome", asegura. "Donde se ha incrementado es en Iguala, pero hacemos la tarea de pacificación". 

El representante de la Iglesia católica asegura que con sus gestiones de paz ha logrado que en Chilapa y otros territorios la criminalidad haya disminuido en 50%, mientras que la población de comunidades en la Sierra  “volvió a la normalidad” y ya pueden realizar sus actividades cotidianas.

Gran conocedor de lo que ocurre en las comunidades de Guerrero, donde muchos se dedicaban al cultivo de amapola, alertó a las autoridades sobre el cambio de rumbo que se percibe en la región. 

“Está sucediendo un gran fenómeno en Guerrero. Ya casi no están sembrando la amapola ni tampoco están recogiendo la goma de opio. La razón es que se metió esta droga sintética de fentanilo o ‘china white'", asegura.

Sin embargo, ello ha ocasionado un aumento en el número de secuestros y asaltos porque, afirma, "de alguna manera se deben mantener los campesinos”. 

“Hago un llamado tanto al gobierno federal como el estatal para que aprovechen estas circunstancias: ya que los campesinos saben que no produce la amapola, poner cultivos alternativos como aguacate, manzana, pera. Incluso un capo me decía ‘Aquí se dan muy bien las flores. ¿Por qué no sembrar flores y venderlas?'”, añadió.

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